Por Angélica Rangel

Mi primer acercamiento con el “Diablo Mayor” fue amargo, con lágrimas y con una paleta para calmarlas.

Fue el Torneo Apertura 2003 cuando el América era recibido en el averno por los Diablos Rojos del Toluca.  Los goles comenzaban a caer para los Diablos y en su mayoría fueron hechos por José Saturnino Cardozo.

José Cardozo nació un 19 de marzo de 1971, oriundo de Paraguay llegó al futbol mexicano en la temporada 94-95 al Toluca FC. A su llegada sufrió una fuerte lesión que lo dejó fuera de las canchas con únicamente tres goles en su marca. Sin embargo, la directiva escarlata le fue paciente y en las campañas 1996-1997 e invierno 97 comenzó a despuntar marcando 10 y 25 tantos respectivamente.

Durante el Verano 98 ganó su primer título de goleo individual, logro que repitió en el Verano 99, Clausura 2003 y Apertura 2002, torneo en el que impuso la cifra de 29 goles en temporada regular, cifra que 18 años después parece insuperable. Además de tener el récord de más goles anotados en Liguilla con 43 dianas.

Sin embargo, su playera portada en el futbol mexicano no fue únicamente la de los choriceros, también vistió la camiseta de los cementeros, pero únicamente para jugar la Copa Libertadores en su edición del 2001, año en el que La Máquina terminó la competencia como subcampeón. Fue la primera vez que un equipo mexicano se lograba meter hasta la final de este torneo sudamericano.

El 2005 fue la última vez que vimos al “Diablo Mayor” en tierras mexicanas ya que salió del país para enrolarse en el Club San Lorenzo de Argentina, y un año más tarde cuando planeaba fichar con el Peñarol de Uruguay, decidió retirarse para convertirse en técnico. Su primera oportunidad la recibió en 2006, cuando se hizo cargo del banquillo del Olimpia, club en el que debutó.

Sin duda alguna, seamos del equipo que seamos no podemos dudar de que “el Diablo Mayor” dejó una huella importante en el futbol mexicano, dejó un estandarte muy alto para cualquier extranjero que quiera triunfar en la Liga MX.

Durante su paso en la Liga MX como Director Técnico inicio en los Gallos Blancos del Querétaro, clasificó a la primera Liguilla de la franquicia, eliminó a las Chivas del Guadalajara en cuartos, pero cayó ante Tigres en semifinales.

En el 2013, recibió la oportunidad en el equipo de sus amores, y por tres años se mantuvo al frente, pero nunca consiguió la alegría de la afición como en su época portando la playera como delantero.

Tuvo un breve paso por los extintos Jaguares de Chiapas y posteriormente en el Pueblas, ambos sin pena ni gloria.

Posteriormente, casi de forma INEXPLICABLE, cayó en Chivas, como sustituto del argentino Matías Almeyda, cuyos zapatos nunca pudo llenar; terminó cesado del banquillo y finalmente terminó atrapado en el abismo del cliché: “Los grandes futbolistas no suelen ser grandes estrategas”.

José Saturnino Cardozo es un personaje de claroscuros, brilló como una estrella siendo delantero, pero como estrella tuvo su perecer, se oscureció y ahora no sabemos más de ella, queda en nuestros recuerdos su luz, pero solo eso.  

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