Marco Verde demostró que está listo para los grandes escenarios. El pugilista sinaloense debutó con una actuación demoledora en el boxeo profesional, al vencer por nocaut técnico en apenas 44 segundos a Michel Polina.

Fue un arranque explosivo que confirmó el potencial del medallista olímpico en París 2024, quien no dudó en lanzarse al ataque desde el primer segundo del combate. Lejos de mostrar nerviosismo, Verde mostró una actitud agresiva y propositiva.

En lugar de esperar al rival o buscar el contragolpe, el mazatleco salió decidido a terminar la pelea rápido, conectando golpes certeros a zonas clave y dejando sin respuesta a su oponente.

Tras la pelea, Marco Verde declaró que no sintió presión alguna por tratarse de su debut profesional, y su desempeño en el ring lo dejó claro.

El estilo ofensivo del mexicano apunta a convertirse en su sello distintivo, buscando dominar a sus rivales desde el inicio y evitar el desgaste en largos combates.

Aunque su formación fue en el boxeo olímpico, Verde mostró una rápida adaptación a las exigencias del profesionalismo.

A diferencia del circuito amateur, donde los combates son más cortos y con mayor protección, el boxeo profesional exige resistencia, estrategia y contundencia a lo largo de hasta 12 asaltos.

En lo reglamentario, el boxeo profesional elimina el protector de cabeza, adopta un sistema de puntuación por round con jueces más reducidos, y permite mayores divisiones de peso.

Todo esto convierte su victoria en una declaración de intenciones: Marco Verde quiere escribir su nombre en la élite del boxeo mundial.

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