Primero Editores / Ingrid Ahumada
Toluca, México.- La austeridad que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador en el gobierno federal, se vislumbra más como un discurso que como una realidad, pues no es sinónimo de eficiencia, de bienestar ni de desarrollo y varios rubros se verán afectados por esta modalidad, indicó Gilberto Javier Sauza Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem).
El líder empresarial denunció que si bien lo deseable es que se haga un ejercicio responsable y efectivo del gasto público hay grandes riesgos respecto a la libertad que se pretende dar al ejecutivo para la reasignación de recursos que habían sido previamente etiquetados.
“Tenemos un año en que evidentemente la recaudación fiscal va a la baja y se tendrán mucho menos recursos disponibles para la inversión en diferentes sectores, al momento dicha disminución ya alcanza el 3.7 por ciento, pero bajo el argumento de la emergencia sanitaria se pretende dar rienda suelta a la reasignación de presupuesto y este es un grave riesgo, no se puede seguir echando dinero a una bolsa sin fondo y dejar de lado la inversión productiva que al final es la que nos podrá sacar a todos de este bache financiero”, comentó.
Sauza Martínez, señaló que la política de austeridad y el combate a la corrupción que destaca el ejecutivo federal, no ha dado los resultados esperados ni en competitividad, servicios o ampliación de oportunidades para el grueso de la población, situación que se agrava con la condición económica que ha dejado el COVID-19.
Recordó que segun el informe de la deuda pública y las finanzas públicas del primer semestre del año, hay una reducción del 7.4 por ciento real anual de las participaciones a los Estados. Tan solo el rubro de educación recibió 5.34 mil millones de pesos menos en su gasto, y seguridad pública tuvo un recorte de 2.84 mil millones de pesos, rubros que son indispensables para el bienestar de la población y que tienen un impacto prioritario, lo que “lejos de ser aplaudido como una reducción de gastos deseable, se convierte en claros actos de irresponsabilidad”.
“El tema no es cercenar el gasto para abanderar una política de ahorro, sino hacer una inversión eficiente que genere a su vez empleo, salud, educación y seguridad para la población, que son las necesidades primordiales de cualquier sociedad”, añadió.
Abundó que de acuerdo con el análisis de la cuenta pública 2019, realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la reducción más significativa que se ha hecho es a la inversión productiva, lo que dijo deja menos empleo, disminuye la generación de riqueza y resta atractivo para la llegada de la inversión nacional y extranjera al país.
“La crisis económica ya se vislumbra como una de las peores de las últimas décadas, y el objetivo debe ser que no se convierta también en una crisis social”.
Finalmente, indicó que no se tienen señales claras de promoción para la reactivación económica del país, ni sobre cómo recuperar ingresos, empleos e inversiones, por ello, comentó que una política poco eficiente cobrará la factura correspondiente.