Primero Editores / Ingrid Ahumada M.
Toluca, México.- El Coronavirus o Covid-19 ha repercutido en diversos sectores, incluyendo el económico a nivel global, afectando la cadena de proveedores y compradores de muchos países, incluido México sobre todo en el sector automotriz, comentó Gilberto Sauza Martínez, Presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem).
En entrevista precisó que, durante el 2019 las relaciones comerciales entre México y el “gigante asiático” ascendieron a 90 mil millones de dólares, sin embargo, señaló que estas podrían disminuir este año de manera sustancial, debido a una limitación en la salida de mercancías desde China a México consecuencia del mencionado virus.
Indicó que para el Estado de México, la preocupación se basa en que china representa al momento el principal proveedor de la industria automotriz y la industria electrónica.
“Tenemos importaciones de ese país por más de 83 mil millones de dólares al año y que se detenga o haga más lenta la entrada de mercancías puede significar un problema grave para las empresas locales”, argumentó.
Respecto al sector automotriz, hay una oportunidad de combatir la contingencia a partir de la sustitución de importaciones de autopartes que podrían provenir de Estados Unidos o Canadá a través del T-MEC, sin embargo, la empresa Hyundai, de Corea del Sur, ha suspendido su producción de automóviles debido a problemas con el suministro de piezas de su operación en China, lo que -dijo- es una señal de advertencia temprana de una posible interrupción extensa en el futuro.
Ante lo anterior, señaló que existe el temor de que una vez reanudadas las operaciones se registre un aumento de tarifas de fletes y acumulación de pedidos.
Tan solo durante el primer trimestre del año, indicó que ya se prevé una disminución en el índice de crecimiento de China al pasar del 6.3 al 4 por ciento, lo que -añadió- tendrá un impacto macro y en el caso de México la caída en buena parte de las materias primas, principalmente el petróleo, cuyo precio no bajaba desde hace tiempo, y actualmente está en 43.72 dólares por barril, lo que podría afectar las proyecciones presupuestales para el Gobierno Federal.
“Es necesario que haya mensajes claros desde la Organización Mundial de la Salud sobre la verdadera gravedad de la situación y la eventual necesidad de que esto sea determinado como una pandemia, además desde lo local, establecer rutas de acción ante desabasto de mercancías que puedan impactar en la industria local”, refirió.
“El Gobierno Federal debe ayudar con una política económica clara y una serie de opciones para el abasto de materia prima y mercados de abasto, así como de diversificación de exportaciones, es decir es un grave riesgos que no tengamos con qué material seguir trabajando pero también que nos dejen de comprar productos”, añadió.