Primero Editores / Ingrid Ahumada
Metepec, México.- Con el cambio a la fase naranja del semáforo epidemiológico en la entidad, los dos fines de semana pasados se observó mayor presencia de jóvenes en los restaurantes-bar del Valle de Toluca, quienes buscan espacios para distraerse, no obstante, algunos clientes no cumplen con las medidas sanitarias y los establecimientos lo permiten, pues también evaden algunas medidas preventivas anunciadas por el gobierno estatal.
Este fin de semana, algunos comercios de este giro ubicados en Metepec se mostraron casi llenos y la sana distancia entre mesas pareció no existir, además, aunque los establecimientos tomaban temperatura y brindaban gel antibacterial a la entrada, algunos jóvenes no portaban cubrebocas, el elemento fundamental para evitar contagios del virus COVID-19.
Aunque los empresarios se comprometieron a cumplir con las medidas sanitarias con el fin de no retroceder en el semáforo epidemiológico, tampoco cumplieron con los horarios establecidos para su operación, pues aunque su cierre debió ser a las 23:00 horas, pero algunos negocios se observaron abierto incluso después de las 12:00 horas.
En el municipio de Toluca, el mismo alcalde de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, informó que han detectado bares que operan en la clandestinidad, pues aún no tienen permitida su reapertura, la cual se prevé para el color verde del semáforo epidemiológico, pero mientras ello sucede, desafían las medidas a las autoridades que realizan operativos para verificar que se cumple con las medidas para evitar la propagación del virus.
Sánchez Gómez, precisó que esta situación se detectado principalmente en la delegación Nueva Oxtotitlán, la zona poniente del municipio y colonias periféricas.
Para evitar lo anterior y ponderar la reactivación económica, Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes (Asbar), informó que el sector propondrá su reapertura en la fase amarilla, pues -dijo- si esperan hasta el semáforo verde para su apertura significaría el cierre definitivo para la mayoría de los bares y discotecas en el Estado de México, así como la pérdida del 15 por ciento del total de empleos que general el sector.
Si bien aceptó que la falta de ingresos luego de cuatro meses de cierre, orilla a los dueños de bares a operar incluso de manera clandestina, indicó que serviría darle un poco de certidumbre a los bares y discotecas sobre la posibilidad de abrir sus puertas de nuevo y considerarlos para la siguiente fase tal como lo hizo la Ciudad de México.
Indicó que si las autoridades les permiten regresar a operar en la fase amarilla incrementarán las medidas preventivas, clausurarán las pistas de baile, brindarán servicio directo en las mesas y asegurarán el cumplimiento del resto de medidas como el 30 por ciento de aforo, sanitización del establecimiento, toma de temperatura a la entrada de los clientes, dotar de gel antibacterial y ponderarán el uso de cubrebocas.
Finalmente, recordó que para la pasar a la siguiente fase del semáforo es necesario el compromiso de todos y cumplir con las medidas sanitarias, pues un regreso al semáforo rojo y un nuevo cierre de negocios sería catastrófico.