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CDMX.- El gobierno de México solicitó un préstamo al el Banco Mundial por mil millones de dólares cuando el tipo de cambio estaba en 24.41 pesos por moneda estadunidense, cuyo objetivo es equipar la política de inclusión financiera de la actual administración, durante la crisis por COVID-19.
La petición del préstamo fue firmada el 13 de abril por Gabriel Yorio González, subsecretario de Hacienda, dirigida a David Malpass, presidente del Banco Mundial, misma que se aprobó el 19 de mayo por mil millones de dólares y México deberá pagarlo los 15 de marzo y septiembre de cada año.
Entre los objetivos del gobierno está impulsar la inclusión financiera para los jóvenes; ampliar la oferta de servicios fintech; aumentar el acceso a crédito para micro, pequeñas y medianas empresas agrícolas; el porcentaje de mujeres que se benefician de los programas de servicios financieros; apoyar la consolidación del Registro Nacional de Población e Identificación Personal y la estandarización de sistemas en los Registros Civiles estatales.
Riesgo de la operación
Según el análisis del Banco Mundial el riesgo de la operación es sustancial, dado el marco macroeconómico del país y el incremento de vulnerabilidades de Petróleos Mexicanos.
El acuerdo de la negociación detalla que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco Mundial “intercambiarán periódicamente, a solicitud de cualquiera de las partes, opiniones sobre el marco de política macroeconómica” de México “y el progreso logrado en la ejecución el programa” de inclusión financiera para el que se pidió el crédito.
El Banco Mundial agregó que el impacto de la crisis económica en el empleo y los ingresos laborales podrían debilitar aún más la economía a través del consumo y podría obstaculizar la recuperación, por lo que las medidas para apoyar la liquidez, apoyo regulatorio y el soporte directo a las micro, pequeñas y medianas empresas serán críticas.
No implica deuda: Hacienda
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el subsecretario Gabriel Yorio, explicó que el Préstamo para Políticas de Desarrollo no tienen destino específico, no implica rebasar el techo de endeudamiento aprobado por el Congreso “y no va a financiar el programa de respuesta al COVID19”.
El documento de 74 páginas en el que el Banco Mundial detalla la justificación del préstamo tiene por nombre “Covid-19. Financiamiento de la política de desarrollo de acceso financiero”, el mismo subtítulo tiene el préstamo. A ambos precede un documento del 31 de enero el que se evalúa una DPL por 500 millones de dólares para el “acceso a finanzas e identificación”.