Por Alejandro Orihuela J.
Recientemente los gobiernos de Estados Unidos y Japón rechazaron la petición de las Naciones Unidas que impulsaba la desaparición de las Lolis, de los contenidos creativos comerciales. Ésta petición se realizó porque el estereotipo dibujado por las llamadas Lolis representa una sexualización de los infantes.
Si no eres un fan del anime seguramente no entenderás que es una loli, así que lo mejor será explicarlo. Una loli es uno de los estereotipos clásicos que aparecen en la animación japonesa, por lo general son chicas de baja estatura y rasgos tiernos y con físicos poco desarrollados similares a los de una niña o adolescente, aunque no necesariamente lo son en el arco de cada anime o manga.
Las tramas de cada serie anime son diferentes y sus posibilidades son infinitas, sin embargo es común ver que esta clase de personajes sea sexualizado y que sus apariciones tengan algún rebuscado encuentro romántico o sexual con protagonistas masculinos.
Por esto la ONU al presentar el Protocolo Facultativo de la Convención Sobre los Derechos de los Niños, el cual tiene la intención de combatir la pornografía infantil y la explotación de menores, pidió regular o desaparecer a dichas figuras. Pues dentro de este protocolo, se define pornografia infantil como:
“Toda representación de un niño inmiscuido en actividades sexuales explícitas, reales o simuladas, independientemente de los medios utilizados o cualquier representación de las partes sexuales de un niño, principalmente para propósitos sexuales”.
Pese a que no cabe duda que la animación japonesa está plagada de esta clase de representaciones, los Estados Unidos y Japón rechazaron esta petición, por lo que se seguirá produciendo y comercializando algo que para muchos impulsa y normaliza la llamada cultura de la pederastia.