Por Rosa Lealde

Hace 2 días se estrenó en Netflix la película “El baile de los 41”, cinta que narra la redada policial en un baile en el que se presume solo habían asistido hombres gay, algunos portando vestidos, esto durante la presidencia de Porfirio Díaz, si quieres saber más detalles te invito a seguir leyendo.

Fue la noche del domingo 17 de noviembre de 1901 cuando se vio a una multitud darse cita en lo que hoy se conoce como Madero, en la casa número 4 de la calle de la Paz, hoy Jesús Carranza, la cual estaba vacía y fue rentada para un supuesto bautizo; al lugar llegaron varios carruajes de los que se vio descender a hombres bien trajeados y a otros con finos vestidos, pelucas, pechos postizos, aretes y maquillaje.

Estaban ya a media fiesta cuando de pronto un gendarme tocó la puerta, quien le recibió fue un hombre en vestido y con maquillaje impecable, el oficial obviamente irrumpió en la fiesta y detuvo a todos los presentes.

La noticia no tardó mucho en esparcirse, pues ese mismo día el Universal y La tribuna ya la tenían en primera plana, la caricatura que inmortalizó este momento de la historia mexicana, ilustra la portada de la nota y les mostramos a continuación, fue realizada por Guadalupe Posada para “La gacetilla callejera”.

De los 41 se sabe muy poco, de hecho muchos dicen que el mismísimo yerno de Don Porfirio Díaz, Ignacio de la Torre y Mier, fue el número 42 de ese baile, pero que por sus influencias su nombre no figuró en la lista de asistentes, sin embargo no hay nada que pruebe o niegue su participación en el festejo y mucho menos su orientación sexual. Ya entrados en “cosas difíciles de comprobarle o negarle al yerno de Díaz”, también están los rumores sobre su relación con Emiliano Zapata, misma que el escritor y tataranieto de Don Porfirio, Carlos Tello Díaz califica como “interesante”.

Los 41 hombres del baile fueron arrestados, pero sólo 12 procesados y sentenciados, a estos se les mandó a Yucatán para cumplir con la realización de obras públicas, los 29 restantes continuaron reuniéndose en la clandestinidad y con la presión de ser vistos como “raros”.

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