Ciudad de México.- Se despide la última diva de cine de oro mexicano, Silvia Pinal, falleció a los 93 años, este 24 de noviembre. Su legado abarca más de siete décadas de trabajo en cine, televisión y teatro, marcando un antes y un después en la historia del entretenimiento en el país.
Ícono del cine mexicano e internacional
Silvia Pinal nació el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora, y desde joven mostró su pasión por las artes escénicas. Estudió actuación en el Instituto Nacional de Bellas Artes y debutó en el cine en 1949 con la película Bamba. Sin embargo, fue en la Época de Oro del cine mexicano donde consolidó su carrera, participando en clásicos como El inocente (1956) y La mujer que yo perdí (1949).
La colaboración de Pinal con el aclamado cineasta español Luis Buñuel la catapultó al ámbito internacional. Fue la protagonista de la icónica Viridiana (1961), ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, así como de El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1965). Estas cintas no solo marcaron un hito en el surrealismo cinematográfico, sino que también la consolidaron como una figura clave en la historia del cine de autor.
Trayectoria multifacética
Silvia Pinal no se limitó al cine. En teatro, fue pionera de los musicales en México con producciones como Hello, Dolly! y Mame. En televisión, su programa Mujer, casos de la vida real, que se transmitió por más de dos décadas, abordó temáticas sociales que resonaron profundamente con el público, siendo un referente cultural.
Además, incursionó en la política como diputada y senadora, demostrando su compromiso con el país más allá del escenario. Su versatilidad y liderazgo la convirtieron en un símbolo de la mujer empoderada y multifacética.
Reconocimientos y legado
A lo largo de su vida, Silvia Pinal recibió innumerables galardones, incluyendo el Ariel de Oro por su trayectoria y un homenaje en el Festival Internacional de Cine de Morelia. En 2022, su vida y obra fueron celebradas con una serie biográfica que narró los altibajos de su carrera y su vida personal.
Silvia Pinal deja una marca imborrable en el cine mexicano y mundial. Su legado es un testimonio de su pasión, talento y capacidad para reinventarse en un medio en constante evolución. El mundo artístico lamenta su partida, pero celebra su extraordinaria vida y contribución al arte.