Con la llegada de octubre, la venta de cempasúchil, la emblemática flor de Día de Muertos, comienza a llenar mercados y panteones en el Estado de México. Este año, se espera que más de 300 productores de municipios como Texcoco, Atlacomulco y Tenango del Valle impulsen una derrama económica de más de mil 068 millones de pesos gracias a esta tradición tan arraigada en la cultura mexicana.
Cempasúchil: una flor esencial en las ofrendas
El cempasúchil, también conocido como la “flor de veinte pétalos”, tiene un profundo significado en la celebración del Día de Muertos. Según la creencia, su aroma y color intenso guían a las almas de los difuntos de vuelta al mundo de los vivos. Los productores mexiquenses siembran esta flor desde julio para garantizar que esté lista en la tercera semana de octubre, cuando la demanda alcanza su punto máximo.
Principales municipios productores de cempasúchil
La producción de cempasúchil en el Estado de México se concentra en diez municipios clave: Texcoco, Atlacomulco, Ozumba, Tenango del Valle, Chicoloapan, Tenancingo, Tepetlixpa, Villa Guerrero, Chimalhuacán y Malinalco. Estos municipios aportan alrededor del 75% de la demanda estatal de esta flor, tan esperada para adornar altares y ofrendas en noviembre.
Flores complementarias para la temporada
Además del cempasúchil, otras flores como el terciopelo morado, la nube y el alhelí también adornan las ofrendas de los hogares y panteones. En municipios como Tonatico y Ocuilan, la producción de terciopelo ha generado ingresos significativos, superando los 14 millones de pesos en 2023. Por su parte, los productores de nube y alhelí en Tenango del Valle y Tepetlixpa también ven en esta temporada una oportunidad clave para comercializar sus productos.
Más allá de la tradición: el cempasúchil en la industria
El cempasúchil no solo tiene un uso ritual. La flor también se utiliza en la producción de pigmentos naturales en industrias como la cosmética y la alimentaria. Aunque China y Perú dominan este mercado, México sigue siendo un referente cultural y agrícola en la producción de cempasúchil, con potencial para explorar nuevas aplicaciones industriales que beneficien a los productores locales.
La temporada de cempasúchil no solo mantiene viva una tradición ancestral, sino que también representa una oportunidad económica importante para los floricultores del Estado de México.