Toluca, Méx.- Podría poner en riesgo miles de fuentes de ingresos complementarios en todo el país, la iniciativa de reforma que propone que los trabajadores de plataformas digitales accedan a las prestaciones de la seguridad social bajo el marco de la Ley Federal del Trabajo.
Amenaza a la flexibilidad laboral
La reforma plantea que los trabajadores deberán someterse a un esquema rígido de ocho horas diarias para acceder a los beneficios laborales formales. Este cambio afectaría a más de la mitad de los colaboradores de plataformas digitales, quienes actualmente trabajan menos de cuatro horas al día, usando estas actividades como una fuente de ingresos secundaria.
Posibles efectos sobre la industria y los consumidores
Mauricio Massud Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México, advirtió sobre el impacto que esta reforma podría tener en las empresas y los consumidores. “Es crucial socializar la propuesta con las partes involucradas antes de tomar una decisión”, expresó. Señaló que no solo se debe considerar el costo financiero para las plataformas, sino también cómo afectaría a los repartidores y conductores, así como a los negocios que dependen de sus servicios, como farmacias y restaurantes.
Massud también cuestionó si el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está preparado para asumir el ingreso de 658 mil nuevos asegurados, que es la cifra aproximada de operadores registrados en las plataformas digitales. Este aumento de usuarios podría saturar el sistema, afectando la calidad del servicio.
¿Es realmente un empleo precario?
Contrario a lo que podría pensarse, muchos trabajadores de plataformas digitales reciben ingresos superiores a los de trabajos tradicionales, además de bonos e incentivos. Massud subrayó la importancia de entender las particularidades del modelo de negocio, que permite a los trabajadores ajustar sus horarios y tener múltiples fuentes de ingreso.
Un llamado al diálogo antes de legislar
Finalmente, Massud hizo un llamado a las autoridades para que escuchen a todos los actores involucrados en el proceso. “Lejos de beneficiar a los trabajadores, podríamos estar destruyendo un modelo de negocio que da sustento a miles de familias”, concluyó.