Primero Editores / Ingrid Ahumada M.
Toluca, México.- A nivel nacional la extorsión es un delito de atención prioritaria y en el Estado de México durante el 2019 el mismo se elevó hasta en 71.37 por ciento, sin embargo, el 20 por ciento de las llamadas de extorsión se realizan en penales de la entidad, de Veracruz y Tamaulipas, en tanto que el 80 por ciento restante proviene de cárceles de la Ciudad de México.
Lo anterior, lo informó Maribel Cervantes Guerrero, secretaria de Seguridad, durante la décimo tercera Sesión Ordinaria del Consejo Estatal de Seguridad Pública, precisó que dicho delito pasó de mil 340 carpetas de denuncias a 2 mil 295; denuncias relacionadas con extorsión y derecho de piso en su mayoría, en sus modalidades telefónica, directa, cobro de derecho de piso, secuestro virtual y fraude telefónico.
Además, dijo que la mayor incidencia la presentan los municipios de la zona oriente, aunque el municipio de Toluca se encuentra en segundo lugar después de Ecatepec, “posiblemente derivado de la necesidad de recursos por parte de la Familia Michoacana para autofinanciar su disputa en el estado de Guerrero”.
En este sentido la secretaría explicó que ya se encuentran en una estrategia focalizada para atender el delito de extorsión, sobre todo con las llamadas que proceden desde el interior de los centros penitenciarios.
“En el Estado de México tenemos 22 centros penitenciarios y de acuerdo con el estudio que se hizo solamente el 20% de llamadas que provienen de centros penitenciarios están entre Tamaulipas Veracruz y un porcentaje en el Estado de México, y el 80% restante proviene de centros penitenciarios de la Ciudad de México”, indicó.
Familiares ayudan a reclusos
Los centros penitenciarios mexiquenses de donde provienen las llamadas de extorsión son: Ecatepec, Valle de Chalco, Otumba, Santiaguito, Tenango, Nezahualcóyotl y Cuautitlán, donde los presos tienen suficiente información y la coordinación con personas al exterior que les facilita realizar las negociaciones y cobrar personalmente el dinero.
En su mayoría, las personas que se encuentran al exterior de los centros penitenciarios y ayudan a los presos son sus mismos familiares, a quienes instruyen a que realicen el delito afuera.
“Tenemos identificadas qué organizaciones, cuántas y en qué centros penitenciarios información que hemos socializado con la Ciudad de México y la fiscalía principalmente, lo que estamos proponiendo es que hagamos un registro Por lo pronto regional de las voces y los números que ya identificamos de las llamadas que provienen desde los centros penitenciarios”, explicó más tarde en entrevista.
“Además de que son los familiares o conocidos muy cercanos quienes les llevan los teléfonos la droga y el alcohol, también a ellos mismos es a quienes dan instrucciones para cometer algún delito como la extorsión”, añadió.
En este sentido explicó que, se trata de personas privadas de la libertad vinculadas con alguna organización como Familia Michoacana, Cártel Jalisco Nueva Generación, antiunion o unión Tepito.
