Primero Editores / lngrid Ahumada M.
Toluca, México.- Cuando surgió el internet, los teléfonos celulares y las redes sociales, no se vislumbraba que el contenido sexual abundaría y que sería más fácil su distribución, sin embargo, en el último año se ha desarrollado una una nueva forma de relacionarse y difundir este tipo de contenido conocida como sexting, el cual consiste en el envío de mensajes sexuales, eróticos o pornográficos, por medio de teléfonos móviles.

El Doctor Alejandro Gutiérrez Cedeño, director del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales (CESPI) de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), comentó en entrevista para Primero Editores que, dicha práctica actualmente tiene incluso repercusiones legales pues -dijo- se ha perdido el control de lo que las personas comparten, teniendo incluso consecuencias a nivel psicológico y social.

“Yo creo que hoy nos enfrentamos a un problema importante en redes sociales, en los teléfonos, donde la gente está perdiendo el control de una imagen en menos de cinco o diez segundos, ya que ésta puede ser compartida con todo el mundo”, mencionó.

Mencionó en que existen comportamientos en los que una persona obtiene placer sexual a partir de circunstancias extremas, peligrosas o difíciles, pues es una sensación de divertirse de manera extrema y esto puede ser lo atractivo de realizar este tipo de prácticas como sexting.

Sin embargo, argumentó que actualmente éste se ha convertido en un tema más complejo, pues ahora las personas ven como una oportunidad para dañar a otras con el hecho de poseer contenido sexual, bajo amenazas de compartirlo, lo que -dijo- ya no es un tanto erótico, pues no obtienen placer sexual a partir de compartirlo, más bien es un tema de venganza que se da en su mayoría en noviazgos de personas jóvenes.

“El tema de querer poner en vergüenza algún amigo, alguna compañera ya tiene más bien una connotación de destruir su imagen, su autoestima, su identidad y por supuesto va a tener consecuencias psicológicas pues sabemos de personas que han llegado hasta el suicidio porque han promovido y provocado un desequilibrio en su persona”, insistió.

Profundizó en que la venganza a partir de este tipo de contenido se da en su mayoría en personas jóvenes, no porque sean los únicos que realizan esta práctica, sino porque son amores poco duraderos y maduros, en donde el fin último de las fotografías o vídeos sexuales compartidos en un principio “por amor”, al término de la relación son difundidos ya con el deseo de venganza.

El experto añadió que en el caso de los adultos que realizan sexting es diferente, ya que puede haber una mayor madurez y a veces seguridad y confiabilidad de compartir imágenes.

Al ser cuestionado por cuál es el sexo que se ve mayormente perjudicado por la ahora llamada “pornovenganza”, precisó que el contenido que más se comparte es el de mujeres, es decir, son los hombres quienes difunden lo que ellos mismos graban o fotografían sobre una mujer, aunque son ellos también quienes difunden las imágenes y videos que les envían las propias mujeres, ya que aunque se da el caso que las féminas producen el material no lo comparten.

“El hombre es el que tiene mayor posibilidad de presumir y por ello promover y difundir, la mujer puede tomarse la foto y grabarse pero sin ninguna intención pública mientras que el hombre lo hace”.

Argumentó que existen al menos tres razones por las que los hombres publican el material: por el deseo de poder, por demostrar que se puede obtener y por el placer erótico, estos aunados a la venganza.

En este punto, es importante recordar que, la semana pasada en la Legislatura local, aprobaron por unanimidad castigar hasta con 14 años de prisión y una multa de 200 a 400 unidades de medida de actualización a quien difunda imágenes, audios, textos o contenido erótico o sexual, a través de las tecnologías de la información y comunicación, sin la autorización de la persona en cuestión.

Por lo anterior, Gutiérrez Cedeño recomendó tener prudencia quien comparte y respeto quien recibe, ya que destacó dicha aprobación y recalcó que anteriormente las personas podían difundir este tipo de contenido sin sanción y castigo y con esto, podrían medir las consecuencias y realizar sexting con mucho cuidado.

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