Por Veneranda Mendoza.
Toluca, Mex.- No se trata de un concurso de popularidad, sino de un trabajo eminentemente técnico que requiere conocimientos específicos, aseveró el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, Ricardo Sodi, al aseverar que está en contra de la posibilidad de que jueces, magistrados y ministros sean elegidos en elección popular.
Para el magistrado, una designación de este tipo, lejos de fortalecer al Poder Judicial lo debilita. “No estoy a favor… no se trata de un concurso de popularidad, sino de conocimientos. Formar jueces y magistrados es un proceso tardado, debes reunir requisitos de ley, demostrar con exámenes de oposición que sabes”, manifestó.
En todo caso, prosiguió, el componente democrático en la elección de un magistrado es pasar por la Legislatura local; “allí te pueden cuestionar y quienes deciden son los diputados locales”, refirió.
En el caso de los jueces y magistrados federales, expuso, el componente democrático lo otorga el Senado de la República.
“El propósito de elegir jueces no es fortalecer al Poder Judicial. Para fortalecer debes dar autonomía, que no dependa de pedir dinero al Ejecutivo. En el Estado de México la relación entre poderes es magnífica, pero no en todas las entidades, en Colima tardaron tres meses sin cobrar hasta que hicieron huelga”, ejemplificó.
Si el juez fuera electo popularmente, consideró, tendría que ser postulado por un partido, hacer campaña, lo que además encarecería la designación. Entonces, prosiguió, “los jueces tendrían patrón, el que pague la campaña va a ser el que mande, como en política, todos tienen un mecatito: el que te llevó, el que te propuso, el que pagó tu campaña, el que te postuló”.
Recordó que en Estados Unidos de Norteamérica se elegían jueces municipales, cuya función básicamente era la de impartir justicia cívica, pero no jueces federales, ni magistrados, ni ministros de la Corte.
Sodi Cuéllar apuntó que Bolivia recientemente cambió su modelo para elegir jueces, como única nación con esta práctica, lo que, en su opinión, “es antidemocrático y busca controlar al Poder Judicial, al poder técnico”.
Un juzgador, indicó, debe estar bien preparado, ser imparcial, no deber el puesto a nadie, no tener jefes, tener un modo digno de vivir para no estar expuesto a la corrupción; por eso, prosiguió, los jueces son inamovibles, independientes, su sueldo es irreductible, es un poder individualmente considerado, no se puede correr ni decirle cómo resolver.
Añadió que el propio presidente de la República, quien propuso la reforma constitucional para elegir a los juzgadores, tiene pendientes de proponer 70 magistrados administrativos, tres comisionados del Instituto de Transparencia (INAI) y algunos magistrados electorales, pese a que la Corte ha manifestado que sus tareas son fundamentales para la vida democrática y sistema de contrapesos del país.