Por Aldair LG
Toluca, Méx.- Desde el pasado 1 de junio, se realizó un plantón a las a fueras de Palacio de Gobierno del Estado de México, donde familiares de personas injustamente presas exigen hablar con el gobernador Alfredo del Mazo para que escuche y atienda cada caso. Este jueves, volvieron a accionar con una pinta sobre la calle Lerdo de Tejada, ante la negativa del diálogo con el mandatario mexiquense.
Las y los manifestantes del colectivo Haz Valer mi Libertad, piden sostener comunicación con el jefe del ejecutivo estatal, para presentarle los casos de injusticia y atropellos que han sido víctimas por parte del sistema penal acusatorio mexiquense.
El colectivo tiene identificado 25 casos que ya cuentan con un pronunciamiento y agrupa más de 50 casos que han documentado violaciones al debido proceso y a los derechos humanos.
Acusó que a pesar de que se han acercado a al CODHEM, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ni siquiera ha defendido los pronunciamientos que ha emitido.
Pues refirió que con dichos pronunciamientos, de acuerdo con la Ley de Amnistía, los casos podrían revalorizarse y salir libres; sin embargo, han hecho caso omiso al respecto.
A su vez, hicieron un llamado a la virtual gobernadora, Delfina Gómez Álvarez, a que comprenda el dolor y la injusticia que aqueja a las familias pero sobre todo, que ejerza con empatía.
Lady Plácido Arroyo, integrante del colectivo Haz Valer mi Libertad, es la hermana de Daniel Plácido Arroyo, quien lleva casi 8 años en prisión, luego de ser acusado por el delito de secuestro. La familia del acusado refirió que bastó que una persona de la tercera edad, manejando, en dos segundos, viera a su hermano de piel morena y con vestimenta en mal aspecto para que un juez dictara una sentencia condenatoria por más de 70 años tras las rejas, esto sin tener una prueba fiel, que comprobara que él fue el secuestrador.No conforme con ello, por la mediatez que tuvo su caso y por exigir justicia, una perito sin tener cédula profesional determinó que “por mala conducta” debía ser trasladado a Nayarit, alejándolo todavía más de sus familiares, de su esposa y de sus hijos de menos de 2 años.