UNAM coloca al envejecimiento en el centro de las políticas de paz

Ciudad de México.- El envejecimiento debe ser un eje estructural en el desarrollo de nuestras sociedades, afirmó Tamara Martínez Ruíz, secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, durante el Sexto Seminario de Violencia, Justicia Transicional y Cultura de Paz. Recordó que, según la Organización Mundial de la Salud, una de cada seis personas mayores de 60 años ha sufrido algún tipo de maltrato en su comunidad.

Martínez subrayó que las y los adultos mayores son portadores de memoria histórica, liderazgo comunitario y testimonio, por lo que incorporarlos en procesos de justicia transicional es clave para garantizar verdad, reparación y evitar exclusiones por razones de edad o género.

Perspectiva académica y comunitaria

En el encuentro, especialistas coincidieron en que la paz no solo es la ausencia de violencia, sino un proceso transformador que coloca a las víctimas en el centro, fortalece la confianza social y asegura la no repetición de hechos violentos.

Zoraida García Castillo, directora de la ENaCiF, sostuvo que los científicos forenses deben analizar las causas de las violencias y cómo transitar hacia la paz, mientras que Marisa Belausteguigoitia Rius, académica de la Facultad de Filosofía y Letras, enfatizó que el abuso del concepto de violencia ha limitado la construcción de políticas públicas efectivas.

Por su parte, Leticia Cano Soriano, directora del Programa Universitario sobre Cultura de Paz y Erradicación de las Violencias (PUCPAZ), destacó que este esfuerzo busca integrar experiencias académicas para diseñar alternativas colectivas de convivencia pacífica con enfoque de género y derechos humanos.

Violencia y vejez: una mirada crítica

Expertas señalaron que los contextos de violencia acompañan el curso de vida y se manifiestan con fuerza en la vejez. Alejandra Mercado Salomón, profesora de la ENaCiF, indicó que los detonantes de agresión hacia personas mayores son identificables y prevenibles, mientras que Verónica Montes de Oca Zavala, coordinadora del SUIEV, advirtió que este fenómeno requiere un abordaje sociológico, antropológico y psicológico.

Además, Leticia Aparicio Soriano, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social, resaltó que en los pueblos originarios los adultos mayores son reconocidos como autoridades morales y guardianes de la paz comunitaria, transmitiendo valores de solidaridad y comunalidad de generación en generación.

Finalmente, Martha Liliana Giraldo Rodríguez, investigadora del Instituto Nacional de Geriatría, reveló que entre dos y cuatro de cada diez adultos mayores reportan haber sufrido violencia familiar o comunitaria, sobre todo aquellos con dependencias físicas, emocionales o económicas.

Un llamado a la acción

El seminario concluyó con un consenso: la construcción de una paz sostenible requiere la participación activa de mujeres, adultos mayores y comunidades enteras. Sin estas voces, advirtieron, no es posible erradicar la violencia ni garantizar un futuro más justo y equitativo.

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