Ciudad de México.- El endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos ha generado un ambiente de ansiedad, miedo y estrés postraumático entre la comunidad migrante, particularmente entre los indocumentados. Frente a este escenario, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha desarrollado la plataforma digital UNAM, Acción Migrante, una herramienta que ofrece apoyo legal y psicológico a quienes enfrentan los estragos emocionales de la incertidumbre migratoria.
Una Realidad de Estrés y Temor
Carolina, una mexicana de 41 años que lleva más de la mitad de su vida en Estados Unidos sin documentos, describe el clima actual como uno de los más hostiles que ha enfrentado. “Vivimos con miedo; lo primero que hago al despertar es mirar por la ventana por si sucede algo sospechoso ahí afuera”, relata. La constante incertidumbre ha afectado su salud mental, al punto de necesitar ansiolíticos y antidepresivos para sobrellevar su día a día.
Casos como el de Carolina se han vuelto cada vez más frecuentes tras el retorno de Donald Trump a la presidencia. Solo en su primer mes de gobierno, se registraron 37,600 deportaciones, de las cuales 14,500 personas fueron trasladadas a México. La desprotección y el desarraigo han impactado a miles de migrantes, muchos de los cuales sufren ansiedad, depresión y otras afecciones psicológicas derivadas de la incertidumbre sobre su futuro.
Apoyo Psicológico a un Clic de Distancia
Ante esta crisis, la UNAM ha lanzado UNAM, Acción Migrante, una plataforma que ofrece apoyo psicológico gratuito y confidencial. María Elena Medina-Mora Icaza, coordinadora del apartado de Salud Mental del proyecto, explica que la herramienta está enfocada en tres grupos principales:
- Indocumentados en Estados Unidos, quienes enfrentan el temor constante de la deportación.
- Migrantes en tránsito o deportados en México, que lidian con la incertidumbre de su situación legal y social.
- Primeros respondientes, como trabajadores sociales y activistas, cuya labor puede resultar emocionalmente abrumadora.
Dentro del portal (accionmigrante.unam.mx), los usuarios pueden acceder a un cuestionario de autoevaluación para conocer su estado emocional. Si se detectan señales de alerta, se les canaliza con especialistas que brindan atención remota a través de computadoras o teléfonos celulares, permitiendo que los migrantes reciban ayuda sin exponerse físicamente.
“La evaluación es completamente anónima, y solo en caso de requerir asistencia se solicitan datos personales, que son manejados con total confidencialidad”, asegura Medina-Mora.
Un Esfuerzo Multidisciplinario
La plataforma es resultado de la colaboración entre varias entidades de la UNAM, incluyendo la Facultad de Psicología, la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, así como instituciones externas como la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz y la Comisión de Salud Fronteriza México-EE.UU.
El modelo de atención se basa en la experiencia adquirida durante la pandemia de COVID-19, cuando la UNAM brindó más de 200,000 consultas psicológicas en línea. Ahora, esta experiencia se ha adaptado a la crisis migratoria, con el objetivo de atender a miles de personas que requieren apoyo emocional.
Desde su lanzamiento, cientos de migrantes han utilizado el servicio, con la mayoría de los contactos registrados desde California y Texas.
Futuro del Proyecto
Medina-Mora enfatiza que las crisis migratorias continuarán mientras persistan problemas económicos, de violencia y ambientales, por lo que UNAM, Acción Migrante seguirá funcionando incluso después de la actual administración estadounidense.
Como parte de su evolución, la plataforma planea ampliar sus recursos a otros idiomas, incluyendo francés, portugués y lenguas originarias, para atender a un espectro más amplio de migrantes.
“Esta es nuestra manera de retribuir a la comunidad mexicana, latinoamericana y del Caribe, brindando apoyo en un momento crucial”, concluye la experta.
En tiempos de incertidumbre, el acceso a la salud mental es clave para la resiliencia de las comunidades migrantes, y la UNAM, con su compromiso social, sigue marcando la diferencia.