Perdonar,  Sanar y Agradecer

Por Zuleyka Franco

Estamos en el mes de Octubre y sabemos que este mes es especialmente significativo.  Hoy hablaremos del Cáncer, dónde se origina, por qué? Y muchos de los que lean este artículo podrán pensar que la respuesta es muy obvia, sin embargo, cada día hay más alternativas sobre los tratamientos y la manera de sobre llevar la enfermedad.  Si bien estamos en pleno sigo XXI donde la medicina está evolucionando de una manera que hace 20 años no pensábamos lo haría, también nos encontramos con que hay muchas más personas expandiendo consciencias y buscando temas más espirituales y emocionales con los que se sientan bien y tal vez no sustituyan a la ciencia, pero sí ayudan a hacer más llevadero el proceso de afrontar algún tipo de enfermedad, en donde la estabilidad emocional y psicológica, juegan un papel muy importante en el proceso.

El cáncer aparece cuando una célula muta y se divide sin control. Este tipo de células cancerosas no mueren como las células “normales”, llegan a reproducirse sin cesar ocupando el sitio de las normales.  El cáncer generalmente es por causas externas a la persona, solamente un %15 de los cánceres tienen influencia hereditaria, el 85% es por causas externas, las cuáles son muy variadas pero fundamentalmente las más destacadas son la dieta, el tabaquismo, los virus y las radiaciones.  Los estudios avalan que la obesidad, sobre peso y estilo de vida está íntimamente relacionados con Cáncer de Mama, Cáncer de Colon y Próstata, entre otros.  La dieta causa el 35% de muertes por cáncer, el tener unos hábitos de vida saludables y seguir una dieta mediterránea previene el cáncer.  El tabaco se asocia al 16-40% de los casos de cáncer en general, el fumar no solo produce Cáncer de Pulmón, sino también de Estómago, Esófago y Mama, así como de Laringe, Faringe, Hígado, Leucemia, Riñón y Páncreas. Además no solo afecta al fumador, también afecta a los que le rodean.   El 18% de los cánceres son atribuibles a infecciones persistentes provocadas por virus, bacterias o parásitos, destacan el virus del papiloma humano (Cáncer de Cuello Uterino, Cáncer de Pene y Cáncer Oral), el virus de la hepatitis B (Cáncer de Hígado) y el helicobacter pylori (Cáncer de Estómago).

Por otro lado,  las versiones aplicadas hacia lo holístico y espiritual, hablan de contener en nuestro ser más profundo e íntimo, emociones de resentimiento, angustia, estrés, enojo, tristeza y todos los sentimientos y emociones negativas que pueden permanecer en nosotros estancados o retenidos por mucho tiempo, alimentando a estas células que nos aniquilan internamente.  Muchos pacientes de cáncer dependen de las creencias y prácticas religiosas o espirituales para ayudarlos a hacer frente a su enfermedad. Esto se llama “Afrontamiento Espiritual”. Muchas personas a cargo del paciente también dependen del afrontamiento espiritual. Cada persona puede tener diferentes necesidades espirituales, según sus tradiciones culturales y religiosas. En el caso de algunos pacientes gravemente enfermos, el bienestar espiritual se puede ver afectado por la carga de ansiedad que sienten con respecto a la muerte. Para otros, puede afectar lo que deciden sobre los tratamientos para la etapa final de la vida. Algunos pacientes y los familiares que los cuidan pueden querer que sus médicos hablen sobre sus preocupaciones espirituales, pero no están seguros de cómo encarar el tema.  Algunos estudios muestran que el apoyo de los médicos para el bienestar espiritual de los pacientes muy enfermos ayuda a mejorar su calidad de vida.

Los Griegos –como en tantos otros términos- llamaron Karkinos (en latín, cáncer) es decir, “cangrejo”, a esa dolencia humana producto del monstruoso (por antinatural) desarrollo de las células.   ¿Qué gatilla la mutación? ¿Cómo se dispara el tumulto celular?

Optemos por otra posible definición de Cáncer….  Es la patología “narcisista” de auto traición o en palabras de Chiozza, aquello marcado por la “incomunicación, aislamiento, desinterés en los otros, falta de participación en la comunidad, falta de curiosidad en la vida, una pérdida del entusiasmo y del significado de los actos de vivir, que desemboca en la hipocondría, en el temor a la ruina en el terreno de la salud o del dinero, en el tedio o en  el sentimiento de vacuidad o de fracaso”.

Si esto fuera así, no tendría un escáner mejor calibrado para exhibir mis años de incertidumbres, de dudas, de agotamiento, de decepciones, de depresiones, de todo lo que auto saboteó mi salud y mis ganas de ser y de seguir.  La sombra de un cangrejo saltó de la playa en el imaginario colectivo y se acomodó para proliferar en otra tierra, mi matriz.  Aun cuando la cirugía, las radiaciones, la medicina y el monitoreo de cinco largos años hicieron su parte, mi “cangrejo” seguía retrocediendo, dos años más tarde, cuando asumí que había sanado, proliferó de nuevo, ahora en mi colon, para recordarme que mi inconsciente realmente no había sanado, ni olvidado, ni perdonado.  He crecido en una familia de médicos, docentes e intelectuales, pero también de personas sumamente religiosas, donde por un lado no cabe la duda hacia la ciencia, pero donde por el otro, la fe, el rezo y la espiritualidad tienen un papel igual de importante.

Las enfermedades graves como el cáncer hacen que los pacientes y los familiares que los atienden duden de sus creencias o valores religiosos y ello les causa mucho sufrimiento espiritual. Algunos estudios revelaron que los pacientes de cáncer pueden sentir que Dios los está castigando o pueden perder la fe después de ser diagnosticados. Otros pacientes pueden tener una sensación leve de sufrimiento espiritual cuando enfrentan el cáncer; en este sentido una cosa es cierta, pude constatar que la necesidad de sanar la relación con los demás es inevitable.  La introspección que deriva de una enfermedad que puede avanzar rápidamente en algunos casos es inminente, la depresión que origina sentir que queda poco tiempo o la incertidumbre que se tiene ante un escenario de cáncer, es natural y verdaderamente legítima.

Es el momento de sumar entre las dos creencias, es el proceso en donde todas las participaciones suman, por un lado la ciencia hará su parte médica y los pacientes deberán poner todo en cuanto a tratamientos, dosis, constancia; pero también será hora de dejar que nuestras emociones más profundas afloren y dejemos salir nuestros sentimientos y lleguen a donde tengan que llegar o los dejemos ir sin llegar a consumir nuestra fe, esperanza y motivación.

El cáncer puede ser una gran oportunidad para revisar cómo ha ido la vida y cómo queremos que sea de ahora en adelante.  Yo soy una firme creyente de que nuestras emociones escondidas y ocultas son la clave para poder sanar y seguir.  El compromiso que tenemos con nosotros mismos y con las personas que nos aman es sumamente importante.  Darte cuenta de cuánto vales y del poder que tienes en tus manos es meramente potencializar la oportunidad de vivir y ser feliz.

Revisemos nuestro cuerpo y nuestra salud, hagámoslo un hábito, pero también revisemos nuestro interior.  Los rencores y la tristeza no te fortalecen pero el amor y la gratitud alimentan el alma.

No sólo es el Cáncer de Mama, no sólo es Octubre, no sólo somos las Mujeres y niñas; hay muchos tipos de cáncer físicos e internos que afectan a hombres y mujeres y que cada día se encuentran y se expanden hasta llegar a nuestros niños.  Fortalezcamos nuestra paz interior, nuestra salud física y mental, y abramos la oportunidad de vivir en consciencia.  La vida es aquí y ahora.

Los sobrevivientes podrán dar fe de cuánto sacude la noticia del cáncer, cuánto se valora y cuánto se sufre o se pierde; pero también podrán asumirse como guerreros y vencedores, y sabrán que renacer es sólo una nueva oportunidad, un nuevo comienzo, y que cada despertar es un buen momento para agradecer y recolectar los buenos momentos para recordar.

Gracias, gracias, gracias!

Comentarios

Comentarios