LATITUD MEGALÓPOLIS | MIGUEL CHÁVEZ
En 1934, el Dr. Edmond Locard, generó una hipótesis que luego de comprobarse, se convirtió en teoría, “El principio de intercambio de Locard”, el cual refiere que cada vez que se hace contacto con una persona, lugar o cosa, el resultado es un intercambio de materiales físicos.
A casi 9 décadas de la formulación de éste principio, sigue tan actual como todo lo relativo a la investigación social.
Pero, ¿De qué manera aplicamos en ésta época dicho postulado sin estar inmersos en el campo de la investigación criminalística? Bueno, tocaremos ahora el valor del RESPETO y esto incluye nuestras costumbres al momento de salir en familia de paseo o de vacaciones a cualquier lugar.
Esperamos mucho tiempo por esos merecidos días de descanso, planeamos la ruta, abordamos a la familia al vehículo y hacemos compras de último momento en alguna tienda de conveniencia en el trayecto, si por alguna razón tuvimos que hacer una o varias paradas en el camino, ya dejamos un rastro físico a nuestro paso, colillas de cigarro, bolsas de frituras, envases de refresco e incluso pañales sucios.
Nos gustaría pensar que toda la gente procura llevar bolsas para juntar los desechos y depositarlos después en un contenedor de basura, pero tristemente sabemos que no es así, y lo sabemos porque cada vez que tenemos la oportunidad de recorrer las carreteras de nuestro país, seguimos viendo que a la orilla, acotamientos o cunetas bastante basura que no llegó allí sola.Y ésta acción es la que nos distingue de otros grupos sociales.
Bueno, por ahora no seguiremos el rastro de la gran cantidad de residuos que un solo vehículo fue regando por el camino, y más aún, que en la época de vacaciones de verano, son miles de paseantes los que repiten dicha acción de mayor o menor medida, pero cada uno es responsable de lo que se genera al final y sólo como nota, un empaque metalizado o un pedazo de vidrio que concentre la luz del sol en un solo punto, puede originar un incendio forestal.
Pero ahora, si esto lo traspolamos al entorno urbano, no es más que la causa de graves inundaciones que han afectado a miles de personas al bloquearse los sistemas de drenaje y en el peor de los casos con desgracias humanas, pero sin dejar atrás las millonarias pérdidas materiales de la gente en sus propiedades.
Bueno, pues como podemos darnos cuenta, la sola acción de tirar una inocente bolsa de papas en la carretera, en el día de campo o en el parque de nuestra ciudad, contribuye enormemente a la consecuencias que todos conocemos.
Desde éste espacio, le pido de manera personal, que no sea parte del problema sino por el contrario, conviértase en un agente de cambio, en aquella persona que contribuya de manera individual, pero que sus acciones marquen la diferencia siendo un ejemplo para su familia, su comunidad y su país.