Por Zuleyka Franco

Continuamos con Las Heridas de Infancia, mejor conocidas como TRAHI palabra que se forma por las iniciales de cada una de éstas, Traición, Rechazo, Abandono, Humillación e Injusticia

Nuestro ego hace todo lo posible para que no percibamos nuestras heridas; por qué? porque inconscientemente hemos ordenado a nuestro cerebro que lo haga.  Es tal el miedo a revivir cada herida, que  por cualquier medio evitamos revivir el dolor asociado a cada herida y evitamos confesarnos a nosotros mismos que vivimos una u otra herida y aceptar que si vivimos la herida de rechazo (por ejemplo), es porque nosotros mismos nos rechazamos.  Quienes nos rechazan (o abandonan, o traicionan etc.) están en nuestra vida para recordarnos qué tanto nos rechazamos a nosotros mismos.

La persona con herida de Traición y que desarrolla la máscara de Controlador: Se sufre entre los dos y cuatro años de edad, cuando se desarrolla la energía sexual y aparece el llamado Complejo de Edipo, ésta herida se vive con el progenitor del sexo opuesto, ya que es con quien tiene una fuerte conexión y atracción intensa. Su poder de creación también se encuentra en desarrollo por eso las niñas y explica el comportamiento de las pequeñas haciendo todo lo posible por seducir al padre y de los niños a la madre.  En esta etapa los niños y niñas hacen todo lo posible por obtener el afecto del progenitor del sexo opuesto. El niño o niña se siente traicionado cuando el progenitor del sexo opuesto no cumple una promesa o cuando traiciona su confianza.

Resumen de las características, enfermedades y origen de la herida de Traición:

Surgimiento de la Herida: De entre los dos y los cuatro años de edad. Pérdida de confianza o expectativas no satisfechas en la conexión amor, amor sexual. Manipulación.

Máscara: Controlador.

Progenitor: Del sexo contrario.

Cuerpo: Muestra fuerza y poder, en los hombres hombros anchos, más que las caderas; en las mujeres las caderas son más fuertes que los hombros, pecho o vientre abombados.

Ojos: Mirada intensa y seductora, ojos que ven todo rápidamente.

Vocabulario: -“disociado” “separado” “me entiendes?” “soy capaz” “deja que lo haga solo” “lo sabía” “confía en mí” “no confío”.

Carácter: Se cree muy responsable y fuerte, intenta ser especial e importante, no cumple sus promesas y compromisos o para cumplirlos tiene que esforzarse. Miente fácilmente, manipulador, seductor. Estado de ánimo dispar, está convencido de que siempre tiene la razón, intenta convencer a los demás de ello. Impaciente, intolerante, comprende y actúa rápidamente, actúa como si fuera un actor para destacar, comediante, difícilmente confía en los demás, no muestra su vulnerabilidad, escéptico, con temor a deshacer compromisos.

Mayor Temor: La disociación, la separación, la negación.

Alimentación: Buen apetito, come rápido, añade sal y especias a la comida. Puede controlarse cuando se mantiene ocupado pero en otras ocasiones lo pierde.

Enfermedades Posibles: De control y de pérdida de control, agorafobia, espasmofilia, sistema digestivo, males que terminan en “itis”, herpes bucal.

La persona que sufre la herida de Rechazo con máscara de Huidizo: La persona que la sufre se siente rechazado incluso antes de nacer, hasta el primer año de vida; de las cinco heridas es la primera que se manifiesta.  En la mayoría de las ocasiones el niño o niña que sufre esta herida viene de situaciones como: ser un bebé no deseado (aunque en el transcurso cambie a situación), ser un bebé del sexo contrario al que esperan sus padres o tal vez cuando es un embarazo de alto riesgo, donde existe la posibilidad de ser expulsado (aún siendo un embarazo deseado).  La persona con ésta herida empieza a sentir el rechazo desde el vientre materno por diferentes razones y circunstancias y el feto crece con la sensación de ocupar muy poco lugar.

Resumen de las características, enfermedades y origen de la herida de Rechazo:

Surgimiento de la Herida: Desde el nacimiento, incluso desde el vientre materno antes de nacer, hasta el primer año de vida. No sentir el derecho a existir.

Máscara: Huidizo.

Progenitor: Del mismo sexo, en ocasiones del contrario.

Cuerpo: Contraído, angosto, delgado o fragmentado.

Ojos: Pequeños, atemorizados o con la impresión de llevar un antifaz.

Vocabulario: “nulo” “nulidad” “nada” “inexistente” “desaparecer”

Carácter: Desapego a lo material, perfeccionista, intelectual. Pasa de la fase de amor al odio profundo. No cree en su derecho a existir. Tiene dificultades sexuales, se cree insistente, carente de valor, procura la soledad, se contrae, tiene la capacidad de hacerse invisible, busca diferentes medios para huir, se deslinda del mundo. Se siente incomprendido, tiene dificultades para dejar vivir su niño interno.

Mayor Temor: El pánico.

Alimentación: Pérdida de apetito por las emociones o el temor, ingiere porciones pequeñas. Para huir consume azúcar, alcohol o drogas. Tiene predisposición a la anorexia.

Enfermedades Posibles: Cutánea, arritmia, cáncer, diarrea, problemas respiratorios, alergias, vómitos, desmayos, estado de coma, hipoglucemia, diabetes,  depresión suicida, psicosis.

La persona con la herida de Abandono que desarrolla la  máscara de Dependiente: La herida de Abandono se vive con el progenitor del sexo opuesto. Por lo general la persona que sufre de Abandono, también sufrirá la herida de Rechazo, cuando es joven se siente abandonado por el progenitor del sexo opuesto y rechazado por el del mismo sexo. Por ejemplo una mujer que sufre la pérdida del padre, sentirá al mismo tiempo el rechazo y abandono.

Resumen de las características, enfermedades y origen de la herida de Abandono:

Surgimiento de la Herida: Entre el primero y tercer año de vida.  Carencia de muestras de afecto o del tipo de afecto deseado.

Máscara: Dependiente

Progenitor: Del sexo contrario

Cuerpo: Largo, delgado, sin tono muscular, brazos aparentemente muy largos y pegados al cuerpo, piernas débiles, espalda encorvada, zonas del cuerpo demasiado flácidas.

Ojos: Grandes, tristes, con mirada que atrae.

Vocabulario: “ausente” “solo” “no soporto” “devoro” “no me sueltan”

Carácter: Víctima,  fusional, necesidad de presencia, atención y sobre todo apoyo. Dificultad para decir o hacer cualquier cosa por sí mismo. Pide consejos sin seguirlos necesariamente. Voz infantil, dificultad para aceptar un NO,  Tristeza, llanto fácil, causa lástimas, un día está alegre y el otro triste, se retrae físicamente de los demás. Mental. Le gusta tener espectadores, busca independencia, le gusta el sexo.

Mayor Temor: La soledad.

Alimentación: Buen apetito, bulimia, come despacio, prefiere alimentos blandos.

Enfermedades Posibles: Lumbalgia, bronquitis, migrañas, hipoglucemia, agorafobia, diabetes, glándulas suprarrenales, miopía histeria, depresión, enfermedades raras, enfermedades incurables.

Con la herida de Humillación se desarrolla la máscara de Masoquista: Ésta herida se origina entre el primero y tercer año de edad y puede originarla el progenitor del mismo sexo o los dos.  El surgimiento de la herida aparece en el momento en el que el niño o niña siente que uno de sus padres o los dos se avergüenzan de él por alguna acción que haya hecho en público o en familia, etc. En la adolescencia la sexualidad también puede potenciar esta herida con algún acto vergonzoso, por ejemplo el que la madre encuentre al adolescente en un acto de masturbación o si el niño o niña ve a alguno de sus padres desnudo y se esconden de él como si fuera vergonzoso o malo, el infante o adolescente, registrará este tipo de situaciones como si fuera algo malo y se manifestará la vergüenza.

Resumen de las características, enfermedades y origen de la herida de Humillación:

Surgimiento de la Herida: Entre el primer y tercer año de vida. Carencia de libertad, sensación de humillación debido al control del progenitor.

Máscara: Masoquista

Progenitor: El que se hiso cargo del desarrollo físico del niño o niña, por lo general será la madre.

Cuerpo: Grueso, rollizo, talle corto, cuello grueso y abombado, tensión en cuello, mandíbula y garganta y pelvis. Rostro redondo.

Ojos: Grandes, redondos, abiertos e inocentes como los de un niño,

Vocabulario: “ser indigno” “ser digno” “merecer” “no merecer” “pequeño” (o diminutivos), “grande” “grueso” (o aumentativos).

Carácter:  Se avergüenza de sí mismo o de otros o teme avergonzar a los demás, conoce sus necesidades pero las ignora, lleva una carga pesada sobre sus hombros, controla a los demás para evitar vergüenza.  Se considera mal educado, cochino o desalmado, es funcional, se las ingenia para no ser libre, pues para él o ella ser libre es ilimitarse y eso para esa herida significa no tener límites y teme desbordarse. Desempeña el papel de madre (hipersensible), se castiga pensando castigar a  otros, desea ser digno, sufre vergüenza en el plano sexual, aunque es sensual pero ignora sus necesidades, se compensa y recompensa comiendo.

Mayor Temor: La libertad

Alimentación: Alimentos ricos en grasas, chocolates, es bulímico o ingiere muchas porciones pequeñas, se avergüenza al comprar o comer golosinas.

Enfermedades Posibles: lumbalgia, laringitis, anginas, problemas respiratorios, trastornos en piernas y pies, várices, esguinces, fracturas, disfunciones hepáticas y de tiroides, irritaciones, hipoglucemia, diabetes, enfermedades del corazón.

Y por último la herida de Injusticia que desarrolla la máscara de Rígido: Se origina en la edad en la que se desarrolla la individualidad del niño, osea entre los tres y cinco años, cuando el niño toma consciencia de que es un ser individual y un ser completamente aparte, con sus diferencias.  Sufre la herida con el progenitor del mismo sexo, sufre la frialdad del progenitor, por consiguiente, la incapacidad de expresarse y de sentir de éste (no todos los progenitores son fríos, sin embargo, así lo percibe el niño), también sufre el autoritarismo, críticas frecuentes e intolerancia del progenitor, que en su mayoría, también sufre de ésta misma herida.  De las cinco heridas, el rígido es el que más tiende a cruzarse de brazos para no sentir y vestirse en su mayoría de colores obscuros. La mayoría de las personas que sufren herida de Injusticia, también sufren la de Rechazo.

Resumen de las características, enfermedades y origen de la herida de Injusticia:

Surgimiento de la Herida: Entre los cuatro y seis años de edad. Debe ser la estrella y perfecto. Bloqueo de la individualidad.

Máscara: Rígido.

Progenitor: Del mismo sexo.

Cuerpo: Erguido, rígido y lo más perfecto posible, bien proporcionado, glúteos redondos, talle corto, ajustado por la ropa o el cinturón. Movimientos rígidos, mandíbula firme, cuello tieso, erguidos con orgullo.

Ojos: Mirada viva, brillante, claridad en su color.

Vocabulario: “no hay problema” “no pasa nada” “siempre” “nunca” “muy bien” “muy bueno” “muy especial” “justamente” “exactamente” “seguramente” “estás de acuerdo?”.

Carácter: Perfeccionista, envidioso, se desvincula de sus sentimientos, cruza los brazos, actúa para destacar y ser perfecto, demasiado optimista, vivaz, dinámico. Se justifica. Dificultad para pedir ayuda, puede reír para ocultar su sensibilidad, tono de voz seco y tenso. No admite tener problemas. Dudas. Se compara con el mejor y con e peor. Dificultad para recibir. Considera injusto recibir menos y aún más injusto recibir de más. Dificultad para sentir placer sin sentirse culpable. No respeta sus límites y se exige demasiado. Se controla y le gusta el orden, rara vez se enferma, es duro con su cuerpo, explosivo pero frío. Le es difícil demostrar su afecto, de aspecto sensual.

Mayor Temor:  La frialdad.

Alimentación: Prefiere los alimentos salados, le gusta lo crujiente, se cuida para no engordar, se justifica cuando pierde el control.

Enfermedades Posibles: Agotamiento, eyaculación precoz o impotencia, anorgasmia (mujeres), enfermedades terminadas en “itis”, tortícolis, estreñimiento, hemorroides, calambres, circulación, hígado, problemas de piel, nerviosismo, vista deficiente.

Recuerda que nuestras máscaras se construyen como un sistema de defensa ante lo que nos hiere o nos recuerda nuestras heridas; también debemos recordar que nuestras cualidades también existen y siempre han existido dentro de cada uno de nosotros, pero que las olvidamos al tratar de evitar sentir. Para saber quiénes somos debemos saber quiénes no somos, y no somos nuestras heridas. Ayudémonos a sacar provecho de nuestras cualidades para sanar todo aquello que no nos deja avanzar y evolucionar.

“Todos deseamos ser amados, en su defecto admirados, en su defecto temidos, en su defecto odiados y despreciados. Deseamos despertar una emoción en quien quiera que sea el otro. El alma se estremece ante la vida y busca el contacto, sin importar a qué precio”

Hjalmar Söderberg

Poeta Sueco

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