El Tribunal de Tratamiento de Adicciones le dio una segunda oportunidad
Toluca, Méx.- Hace dos años, Melani pensaba que no había salida. Probó marihuana y solventes a los 11 años; a los 14, ya consumía cristal. Las drogas la alejaron de su familia, la escuela y sus sueños. Su futuro parecía condenado al ciclo del consumo, hasta que una jueza le habló del Tribunal de Tratamiento de Adicciones (TTA).
Hoy, su historia es distinta. Melani es la primera mujer graduada del Programa de Justicia Terapéutica en el Distrito Judicial de Toluca. Dejó las drogas, retomó sus estudios y ahora construye un mejor futuro.
Un camino difícil, pero lleno de aprendizaje
Detenida por delitos contra la salud, Melani enfrentaba un proceso judicial. En lugar de una condena convencional, la justicia le ofreció una alternativa: el TTA. Al principio, lo vio como un escape temporal, pero pronto entendió que era una verdadera oportunidad para cambiar.
Con el apoyo de jueces, psicólogos y trabajadores sociales, recibió terapia, acompañamiento y herramientas para entender su historia y reconstruir su vida. “No sabía lo que me estaba haciendo. En psicología empecé a preguntar, a entenderme, y eso me gustó”, relata.
Un nuevo futuro lleno de metas
El esfuerzo dio frutos. Melani recuperó la relación con su madre, terminó la secundaria y está por concluir la preparatoria. Se formó en estilismo, computación e inglés y practica kick boxing en su comunidad. Además, tiene un empleo estable y sueña con ser odontóloga.
“Me di cuenta de que quiero algo más para mi vida. No quiero estar así”, dice con convicción. Su graduación del TTA no solo marcó el cierre de un ciclo, sino el inicio de una nueva etapa llena de posibilidades.
El TTA, una alternativa para cambiar vidas
Los Tribunales de Tratamiento de Adicciones ofrecen una segunda oportunidad a quienes cometieron delitos bajo los efectos de sustancias psicoactivas. Su objetivo es evitar la reincidencia delictiva, promover la reinserción social y lograr la rehabilitación.
El programa cuenta con un equipo interdisciplinario conformado por el Instituto de la Defensoría Pública, la Fiscalía Especializada, el Instituto Mexiquense contra las Adicciones y la Secretaría de Seguridad Pública.
Historias como la de Melani demuestran que, con apoyo y compromiso, el cambio es posible.
