Por Billie Parker Noticias

Ciudad de México.- En el arranque En el primer foro sobre la reforma al Poder Judicial, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, pidió a los legisladores no acelerar la discusión y aprobación de esta iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues dijo que esto puede dar entrada a mayores problemas.

“El paso veloz ante modificaciones estructurales solo puede dar entrada a problemas mayores. En las últimas décadas esta soberanía ha impulsado reformas en diversas materias, como la penal, civil. Cada uno de estos cambios ha requerido amplitud temporal y gradualidad. Ustedes así lo determinaron”, refirió la togada. 

En su participación en la Cámara de Diputados, aseveró que en el debate sobre la reforma judicial no debe pesar más la celeridad que la idoneidad, ya que dijo que las víctimas merecen juzgadores capacitados.

Llevar a cabo una reforma al Poder Judicial deben hacerse pensando en las víctimas y las personas usuarias del sistema de procuración de justicia, y no privilegiando la celeridad, advirtió la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). 

“Critiquemos partiendo de la verdad, de los datos ciertos, de las cifras correctas, valoradas en su contexto. Critiquemos con honestidad y responsabilidad de Estado”.

Sostuvo que este ejercicio “representa una oportunidad única para reflexionar y debatir sobre temas de trascendencia nacional que nos involucran a todos los poderes de la Unión”.

Reportó que el Poder Judicial de la Federación ha realizado mesas de escucha en todas las regiones del país, en las cuales han participado autoridades judiciales, policías, fiscales, defensores públicos, peritos, legisladores, estudiantes, madres buscadoras y víctimas, en las cuales se recopiló información cualitativa y cuantitativa sobre los problemas prioritarios del país.

“Resulta esencial decirlo con toda claridad: la justicia en México no es un monopolio del Poder Judicial”, por lo que una reforma a esta instancia “implica, como mínimo, reflexionar sobre el papel que desempeña como piedra angular para mantener la paz y la cohesión, y resolver de manera imparcial e independiente los conflictos que surgen en una sociedad democrática”.

La Ministra solicitó se “diluya la idea de una decisión tomada”, donde “el paso veloz ante modificaciones estructurales sólo puede dar entrada a problemas mayores. (…) En la reforma judicial no debe pesar más la celeridad que la idoneidad; las víctimas y quienes acuden al sistema de justicia merecen personas juzgadoras honestas, con vocación de servicio, empáticas y capacitadas”.

Destacó que está abierta para entablar un diálogo “real y responsable” con los legisladores sobre la reforma al Poder Judicial, que establece la elección de ministros mediante el voto popular, y llamó a resolver las diferencias que hay, pues la mayoría de los integrantes de la SCJN están en contra de esta modificación.

“Estamos convencidos que escuchar es la práctica clave para proponer un cambio; estamos abiertos a entablar un diálogo real y responsable, pero para dialogar se requiere voluntad de reflexión. Resolvamos nuestras diferencias en el ancho camino del entendimiento”, declaró.

La reforma plantea que todos los cargos judiciales a nivel federal sean elegidos por el voto popular de los ciudadanos en 2025, el retiro de la pensión vitalicia a las y los ministros de la Suprema Corte, que nadi gane más que el presidente entre otros.

Palabras de la Ministra Norma Piña en Foros sobre Reforma Judicial

Agradezco la invitación a esta sesión inaugural de los Diálogos Nacionales. Este ejercicio representa una oportunidad única para reflexionar y debatir sobre temas de trascendencia nacional que nos involucran a todos los Poderes de la Unión, como lo es la propuesta de Reforma Constitucional al Poder Judicial, no sólo al federal también al local. Desde la Judicatura Federal participaremos y expresaremos nuestras posturas sobre cada uno de los temas que en ella se aborden.

Nos encontramos en un momento crucial de nuestra historia. Estamos en el umbral de una reforma al Estado mexicano desde sus cimientos. Compartimos con los que están aquí presentes el objetivo de mejorar la justicia en México. Precisamente en este entendido, y asumiendo la responsabilidad que nos corresponde, a inicios del presente año, el Poder Judicial de la Federación convocó a la construcción colaborativa de una Agenda Nacional de Seguridad y la Justicia.

El objetivo más importante de esta agenda ha sido construir una visión de justicia desde la perspectiva de las víctimas y el camino que tienen que recorrer para defender y proteger sus derechos, cualquier reforma judicial debe de responder principalmente a sus necesidades. Es por esto que llevamos más de cuatro meses escuchando a miles personas en todas las regiones del país. 

Compartimos las mesas de escucha no sólo con autoridades judiciales, sino también con policías, con fiscales, con defensores públicos, con peritos, con legisladores, con estudiantes, profesores; miembros de la sociedad civil como defensores de derechos humanos, madres buscadoras, víctimas, miembros de grupos en situación de vulnerabilidad. 

Generamos y recopilamos información tanto cualitativa como cuantitativa sobre los problemas prioritarios del país en estos temas, tenemos propuestas concretas para mejorar el sistema de seguridad y justicia en nuestro país. Esta Agenda propositiva estará a disposición de ustedes y de toda la sociedad. 

De este ejercicio de escucha desprendimos algo muy claro: la justicia no es solo una cuestión de leyes y tribunales. La justicia es una cuestión de derechos humanos, de equidad, de ética y de dignidad que involucra a todas las autoridades de los distintos niveles de gobierno.

Resulta esencial decirlo con toda claridad: la justicia en México no es un monopolio del Poder Judicial. Lo resalto con la mayor vehemencia, con el mayor énfasis: pensar en una reforma al Poder Judicial implica, como mínimo, reflexionar sobre el papel que desempeña como piedra angular para mantener la paz y la cohesión, al resolver de manera imparcial e independiente los conflictos que surgen en una sociedad democrática.

Seamos críticos de la justicia en México. La realidad no nos permite otra actitud. Pero apliquemos la crítica en la que se encuentre en el centro de esta las necesidades de las víctimas y de las y los usuarios del sistema de justicia en general. Critiquemos partiendo de la verdad, de los datos ciertos, de las cifras correctas valoradas en su contexto. Critiquemos con honestidad. Critiquemos con responsabilidad de Estado. 

Estamos convencidos de que escuchar es la práctica clave para proponer un cambio, estamos abiertos a entablar un diálogo real, un diálogo responsable, pero para dialogar se requiere voluntad de reflexión. 

Resolvamos nuestras diferencias en el ancho camino del entendimiento, diluyendo así la idea de una decisión tomada.

Señoras y señores legisladores, el paso veloz ante modificaciones estructurales solo puede dar entrada a problemas mayores. En las últimas décadas esta soberanía ha impulsado reformas en diversas materias como la penal, la civil, los mecanismos alternativos, la laboral y la judicial. Cada uno de estos cambios ha requerido amplitud temporal y gradualidad. Ustedes así lo han determinado. Por ello, en la Reforma Judicial que hoy nos convoca no debe pesar más la celeridad que la idoneidad. 

Las víctimas y quienes acuden al sistema de justicia merecen personas juzgadoras honestas, con vocación de servicio, empáticas y capacitadas. Estoy convencida de que, en nuestras distintas visiones de cómo mejorar la justicia en México, encontraremos más coincidencias que divergencias. Dialoguemos y construyamos sobre aquello que no admite división: los derechos y las libertades de las y los mexicanos.

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