Por Socorro Valdez Guerrero

El telón se abrió en el teatro “Silvia Pinal” para transformar las obras en discurso político.
Dejaron atrás la escena y la proyección cinematográfica para albergar al sindicalismo croquista.
Sus puertas junto con ese saxofón hábilmente tocado por ¡Saxara! Recibieron a las mujeres de esa central.
Las melodías retumban en ese recinto, que presentará la era jurásica con dinosaurios vs robots, y que ahora embelesaba los oídos de viejos líderes sindicalistas.
En aquel espacio, antes teatro Diego Rivera, resonaba tanto melodías como “A mi Manera” e “Imagina”, como promesas para la mujer incorporada a la CROC.
Ahí, las voces de ellas, advirtieron también: Las mujeres ¡¡Avanzamos!!
Féminas de una central obrera que reunió a su dirigente Isaías González Cuevas, funcionarios federales y locales morenistas.
Ellas gritaban con fuerza ir con todo por la zona Metropolitana y la Ciudad de México.
Lo plasmaron al lanzar constantes gritos femeninos ¡Avanzamos!¡Todas somos CROC!!.
Los dirigentes y seguidores sindicales de esa central, que nació en la campaña electoral presidencial de Adolfo Ruíz Cortines, cedieron su voz a las mujeres hasta en la presentación de esa toma de protesta.
Eran croquistas de diversas regiones del país, Hidalgo, Baja California, Cancún, y sobre todo Ciudad de México, las que se apoderaron del teatro antes, cine Estadio, después Versalles.
Las mujeres se convirtieron en las protagonistas de ese lugar inaugurado en su momento por Cantinflas y Jorge Negrete.
Hubo liderazgos de la hotelería y la gastronomía, como Eduwiges Ruiz Jiménez, de la sección tres, que llegó con sus seguidores cuando el saxofón de Saxara entonaba una conocida melodía de John Lennon.
Los oídos de esas mujeres se embelesaban con “Despacito”, que magistralmente entona Ericka Ender con Roberto Carlos, y que ahí, fue de saxofón.
Después hubo elocuentes discursos para reconocer el empuje femenino y aceptar que de las manos de las féminas surgen las cosas.
En ese emblemático lugar, que estuvo en disputa entre Silvia Pinal y su hijo Luis Enrique Guzmán, la obra fueron las promesas de impulso femenil.
De apoyo, que comprometían funcionarios morenistas.
Uno a nombre de Delfina Gómez Álvarez, Secretaria de Educación Pública y ex candidata al gobierno mexiquense en 2017.
El otro, por parte Claudia Sheinbaum Pardo, con el secretario de Desarrollo Económico, Fadlala Akabani Hneide, quien aseguraba impulsos a las mujeres capitalinas, sobre todo de Iztapalapa, Gustavo A Madero, Xochimilco y Tláhuac.
La CROC, organización que nació bajo el respaldo corporativo del PRI, ofrecía lo propio a las féminas, agrupadas por Michel Valencia Trujillo, frente a funcionarios de administración morenista.
El micrófono poco se compartió esta vez para las voces masculinas.
Las mujeres, fueron las que empujaron a transformar ese recinto de obras teatrales en ¡Avanzamos! Para una real ¡Igualdad! Entre los géneros.

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