EL MENSAJE NO MUERE.
Por Luis Felipe Garcia Chávez
“Estoy loco y solo tengo tres caminos:
1.- La cárcel
2.- LA MUERTE
3.- El éxito.” Carlos Manzo.
El artero asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán Carlos Alberto Manzo quien llegó a la presidencia municipal como candidato independiente en 2024, es el mensaje de que estamos viviendo una época de descomposición social acelerada.
Este presidente municipal se pronunció en contra de la estrategia de seguridad del gobierno federal anterior, encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
Fue de más a menos en su crítica contra las políticas en materia de seguridad, manifestándose a favor de la “cero tolerancia” y pidiendo no una, si no varias veces, la intervención del Gobernador de dicho estado, de la presidenta Claudia Sheinbaum así como del secretario Omar García Harfuch.
No le hicieron caso y tendrán que asumir las consecuencias de su deceso.
Es el mensaje de lo que puede pasarle al que alza la voz y reconoce en la omisión de la actuación de las autoridades, una luz verde para que los criminales se atrevan a matar a una figura pública a los ojos de su población, estigmatizando a nuestro país en aquella frase que utiliza el crimen organizado en la práctica: “plata o plomo”.
Asesinatos políticos hemos visto muchos, pero el que nos sacude ahora, es en esencia especial porque es cuando alguien se atreve a visibilizar los problemas de delincuencia y el cobro de piso no solamente al comerciante si no a los propios gobiernos, que genera la percepción de una institucionalidad del crimen para silenciar al mensajero que llegó como candidato independiente por el hartazgo ciudadano de los gobiernos cómplices.
Y es aquí cuando ya no importa la imposición en el alza o aumento de gravámenes; la crónica de una crisis financiera anunciada o la deuda que debemos absorber todos los mexicanos. IMPORTA que la ciudadanía está despertando de un letargo y que no se conformará con las limosnas de programas asistencialistas que sabe el mismo financia.
No tuve el gusto de conocer personalmente a este ahora mártir, pero seguía con interés su actuar a través de redes sociales y, -creo que hablo por muchos-, cuando digo que esta tragedia, se convertirá ahora en una figura representativa de que la narrativa del gobierno no es del todo cierta.
Finalmente, el mensaje es que como siempre, las soluciones nacen desde la conciencia social y se desarrollan con mayor rapidez cuando todos como ciudadanos estamos dispuestos a no callarnos ante una injusticia hasta el punto de decir como popularmente se ha dicho en algunos casos: “todos somos Carlos Manzo”.


