• Luego del retorno al poder del Talibán, muchos padres han decidido sacar a sus hijos de Afganistán a cualquier costo.  

Por Angélica Rangel  

Alrededor de 200 niños afganos viven desde hace varios días en la capital de Qatar en un centro de acogida puesto a su disposición tras haber sido evacuados de Kabul. Muchos de ellos llegaron traumatizados y sin padres después de haber dejado Afganistán.  

Dentro de ese centro están protegidos de los periodistas y de todo tipo de traficantes, ya que la Qatar Charity, una organización humanitaria del emirato, se ha hecho cargo de ellos.  

Mientras que las autoridades buscan darles un futuro, los niños y adolescentes de entre 8 y 17 años tratan de establecer sus rutinas jugando futbol, haciendo ejercicio o aprendiendo arte y manualidades.  

“Es muy difícil de imaginar el trauma que estos niños han sufrido”, explica un alto cargo humanitario que pidió anonimato.  

“Están en un estado de shock y de trauma similar al que hemos visto en lugares como Irak y Siria, entre aquellos que venían de zonas” controladas por el grupo yihadista Estado Islámico.  

Poco es la claridad sobre cómo llegaron ahí y cuál será su destino.  

La toma de Afganistán por parte de los talibanes desencadenó una huida desesperada de muchos locales que temían un retorno del tiránico régimen islamista entre 1996 y 2001.  

De acuerdo con Unicef, la agencia de la infancia de la ONU, unos 300 menores no acompañados fueron evacuados de Afganistán a Qatar, Alemania y otros países desde el 14 de agosto.  

Entre los acogidos en Doha, algunos no recuerdan las circunstancias de su salida y otros dan versiones contradictorias sobre cómo llegaron a Qatar.  

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