La mirada internacional sobre la inacción y omisión del gobierno de México ante la violencia contra periodistas
Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez
**El Parlamento Europeo emitió una resolución pidiéndole a las autoridades mexicanas el cese al hostigamiento contra la prensa desde la Presidencia de la República; el Comité de Protección a Periodistas, Reporteros sin Fronteras entre otras organizaciones internacionales han manifestado su preocupación por la violencia contra la prensa en México.
Mientras las voces de exigencia para que cese la violencia en México contra periodistas se extiende por diferentes países y foros internacionales, las autoridades mexicanas criminalizan, hostigan, acosan tanto a trabajadores de medios de comunicación, como empresarios del ramo que no están de acuerdo con su forma de gobernar. Ya se ha convertido en un escándalo fuera de México, que desde la tribuna presidencial, todas las mañanas se ataque a quienes desde sus espacios de comunicación cuestionan al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El presidente de la República en lo personal y como servidor público puede disentir de lo que diga la prensa, pero su obligación es garantizar que se ejerza a plenitud el Derecho a la Información consagrado en el Artículo Sexto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en la parte que dice: “El Estado garantizará el Derecho a la Información”. Pero hasta el momento, como gobierno, como parte del Estado y por haber jurado que respetaría la Constitución cuando tomó posesión el primero de diciembre de 2018, no ha cumplido con dicho compromiso constitucional.

En su defensa, Andrés Manuel López Obrador, dice que en México quien asesina a periodistas es el crimen organizado no el Estado, pero el Estado, a través del gobierno debe garantizar la seguridad de quienes ejercemos el periodismo, porque la misma Carta Magna se lo mandata, no es que quiera o no.

Así como el número de asesinatos sigue enlutando a decenas de familias todos los días en México, el gremio periodístico vive en luto permanente desde hace al menos dos décadas y durante el presente año, en solo dos meses y diez días, siete personas periodistas y dos personas más relacionadas con medios de comunicación han sido asesinadas, pero la sociedad mexicana ya parece haberse acostumbrado, mientras que al gremio periodístico solo nos toca seguir contando muertos, porque las instituciones creadas para garantizar la seguridad de periodistas y garantizar la libertad de expresión están muertas y día con día se pisotean esos cadáveres desde el púlpito presidencial.

El jueves 10 de marzo, el diario español El País difundió un podcast sobre los asesinatos de periodistas en México, un ejercicio de investigación visto por periodistas de otras tierras pero que desde México les ha tocado reseñar de manera permanente las historias de las mujeres y hombres trabajadores de medios de comunicación asesinados en su propia tierra, porque no han tenido que ir a cubrir una guerra en el extranjero, porque aquí les ha tocado cubrir una guerra intestina.

Siete periodistas asesinados en lo que va de año: ¿Por qué seguir informando en México? Es el título con que se presenta esta investigación presentada por Ana Fuentes con la participación de Elena Reina, una de las redactoras que labora desde México.

Siete periodistas asesinados en lo que va de año: ¿Por qué seguir informando en México? | Hoy en EL PAÍS: tu podcast diario | EL PAÍS (elpais.com) Con este texto se puede 4ncontrar el podcast a través de cualquier buscador.
El trabajo es presentado de esta manera: “Siete periodistas han sido asesinados en México en lo que va de año, una lista que desgarra, porque está abierta. Los datos dicen que no solo es el país más peligroso para dedicarse a informar, sino que además son crímenes que quedan impunes: el 90% de esos asesinatos jamás se resuelve. Junto a Elena Reina, redactora de EL PAÍS en México, viajamos a Tijuana, donde en solo una semana de enero dos informadores fueron acribillados a balazos en la puerta de su casa”.

Este mismo jueves el Parlamento Europeo pidió a las autoridades mexicanas que garanticen la protección y la creación de un entorno seguro para periodistas y defensores de los derechos humanos
En una resolución aprobada con 607 votos a favor, 2 en contra y 73 abstenciones, la Cámara destaca que «México es desde hace mucho tiempo el lugar más peligroso y mortífero para los periodistas fuera de una zona oficial de guerra». Sólo desde principios de 2022 han sido asesinados siete periodistas.

Los eurodiputados resaltan que la situación se ha deteriorado desde las últimas elecciones presidenciales de julio de 2018: según fuentes oficiales, al menos 47 periodistas han sido asesinados desde entonces. A ello se suma, advierte el texto, un problema endémico de impunidad, ya que alrededor del 95 % de los asesinatos de periodistas permanecen impunes.

El Parlamento «observa con preocupación las duras y sistemáticas críticas formuladas por las más altas autoridades del Gobierno mexicano contra los periodistas y su labor». Alude, en concreto, a la retórica populista del presidente López Obrador en sus conferencias de prensa diarias para denigrar e intimidar a periodistas independientes, propietarios de medios de comunicación y activistas.

Los eurodiputados advierten de que «la retórica de abuso y estigmatización genera un ambiente de agitación incesante contra los periodistas independientes» y pide a las autoridades que se abstengan de cualquier comunicación que pueda estigmatizar a los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación, y también a los defensores de los derechos humanos. A este respecto, recuerdan que desde diciembre de 2018 al menos 68 activistas de derechos humanos han sido asesinados en el país.

La Cámara también apunta la existencia de «claros indicios» de que el Estado mexicano ha utilizado herramientas de piratería telefónica destinadas a luchar contra el terrorismo y los cárteles, incluido el programa espía Pegasus, contra periodistas y defensores de los derechos humanos.

Advierte, asimismo, que las reformas constitucionales de los sistemas electoral y judicial, iniciadas por la administración de López Obrador, plantean dudas sobre la estabilidad del Estado de derecho y la seguridad jurídica y muestra inquietud ante una propuesta legislativa que busca limitar la participación cívica de las ONG con financiación extranjera.

Este diagnóstico y escenarios sobre la vulnerabilidad de la prensa en México los he planteado en repetidas ocasiones en este espacio, espero que ahora que se expone desde un foro internacional como es el Parlamento Europeo, las autoridades mexicanas actúen para garantizar nuestra seguridad y el ejercicio de nuestra Libertad de Expresión y el Derecho a la Información de toda la sociedad mexicana.

Un día antes, el Comité de Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York, dijo que México se ha convertido en el país más letal para los periodistas debido a “la inacción de su Gobierno, que permite la impunidad que alimenta los ataques” contra ellos, en reacción al reciente asesinato del reportero Juan Carlos Muñiz.
El CPJ recuerda que el asesinato de Muñiz, el pasado 4 de marzo, es “el ejemplo palmario del riesgo extremo que afrontan los periodistas locales que cubren política y sucesos de forma diaria”.

Muñiz, que se ganaba la vida también como taxista mientras reporteaba para “Testigo Minero“, fue encontrado muerto por disparos de bala en su taxi en la localidad de Fresnillo, estado de Zacatecas, de acuerdo al comunicado de la organización internacional.}

Organizaciones como la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y Reporteros Sin Fronteras, han manifestado su exigencia que este clima de violencia contra periodistas en México sea detenido con acciones gubernamentales.

Comentarios

Comentarios