El Vaticano entra en silencio: cardenales inician votaciones en la Capilla Sixtina
Ciudad del Vaticano.- La Capilla Sixtina volvió a sellar sus puertas este miércoles para dar inicio al cónclave, el proceso más solemne y reservado de la Iglesia católica, en el que 119 cardenales de todo el mundo decidirán quién será el próximo Papa.
La elección se produce tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril. Su legado —marcado por la defensa de los pobres, el combate contra los abusos y un impulso a la modernización de la Iglesia— ha dejado una huella indeleble que marcará el perfil de su sucesor.
El peso de la historia y la urgencia del presente
Este cónclave no es uno más. Llega en un momento crítico, con divisiones internas dentro del Vaticano, escándalos aún abiertos, pérdida de fieles en algunas regiones y grandes desafíos éticos y geopolíticos para el futuro de la Iglesia.
Los cardenales han quedado incomunicados del mundo exterior. Votan en secreto bajo juramento de confidencialidad, en sucesivas rondas, hasta que uno de ellos obtenga al menos dos tercios de los votos. Durante este tiempo, el mundo estará pendiente del humo que saldrá de la Capilla Sixtina: negro si no hay elección, blanco si el nuevo Papa ha sido elegido.
¿Quiénes suenan como posibles sucesores?
Entre los nombres que más fuerza han cobrado se encuentran:
- Luis Antonio Tagle (Filipinas): cercano al pensamiento de Francisco, carismático y con amplio respaldo en Asia.
- Peter Turkson (Ghana): fuerte defensor de la justicia social, podría convertirse en el primer Papa africano moderno.
- Matteo Zuppi (Italia): de corte progresista, es uno de los representantes más destacados del ala pastoral y humanista.
También hay expectativa por la posibilidad de que, por segunda vez consecutiva, el nuevo Papa no sea europeo, lo que subrayaría el crecimiento del catolicismo en regiones como América Latina, África y Asia.
El mundo en espera: Habemus Papam
La Plaza de San Pedro está llena de peregrinos, medios de comunicación y turistas que aguardan con ansias el momento en que se escuche el tradicional anuncio desde el balcón central de la Basílica: “Habemus Papam”.
Hasta entonces, el mundo católico contiene el aliento. El nombre del nuevo líder espiritual de más de 1,300 millones de personas está a punto de escribirse en la historia.