Por Ricardo González Amaro

Londres, R.U.- Luego de 70 años de espera Carlos III fue coronado como nuevo rey de Inglaterra este sábado 6 de mayo junto a su pareja, Camila, reina consorte, con una majestuosa ceremonia realizada en la Abadía de Westminster en el centro de Londres.

La corona que le fue colocada en la cabeza a Carlos III es llamada San Eduardo, cuyo peso es de 5 libras y fue elaborada en 1661. Se trata de la misma corona que utilizó su mamá cuando fue investida como reina de Inglaterra en 1953.

El nuevo monarca, de 74 años de edad, ascendió al trono el pasado 8 de septiembre de 2022 tras la muerte de Isabel II. Esta es la primera coronación de un rey británico en 70 años después de que su madre la Reina Isabel II lo hiciera, el 2 de junio de 1953 y la segunda en la historia en ser televisada.

A la ceremonia de coronación asistieron más de 2 mil invitados en la Abadía de Westminster, en donde acudieron jefes de estado, personalidades de la alta sociedad británica, políticos y miembros de la realeza de todo el mundo. De esta manera, el hijo de Isabel II rompió con la tradición de no invitar a ‘royals’ ajenos a la Commonwealth.

El protocolo instaurado en Reino Unido pretendía que solo los miembros de la Corona inglesa pudiesen estar presentes en un encuentro religioso entre el monarca y su pueblo.

Sin embargo, Carlos III ha invitado a representantes de casas reales de todo el mundo. Para la familia real y el gobierno británico, la Coronación de Carlos III, cuyo nombre en código es Operación Orbe Dorado, demuestra la exhibición de un patrimonio, tradición y espectáculo único en el mundo.

REY CARLOS III DE INGLATERRA

El rey Carlos III del Reino Unido emerge como el nuevo monarca de las islas británicas y es, para sorpresa de muchos, la representación más actual de la monarquía moderna. 

El impecable y sumamente longevo legado que dejó su madre, Isabel II, será uno enmarcado con letras doradas en la historia. No solo de las islas europeas o de toda la Commonwealth, sino del mundo en su totalidad, dejando atrás más de 70 años en el trono del Reino Unido y pasando el manto monárquico a su hijo mayor, el heredero de la corona y ahora rey Carlos III.

Anteriormente llamado, como lo dicta el protocolo y las leyes monárquicas británicas, Carlos de Gales o príncipe de Gales, no tendrá una labor sencilla al frente de la Corona Británica. 

Con una Familia Real en donde su hijo menor Harry, junto con Meghan Markle, han decidido dar un paso atrás en las labores monárquicas y con varios países de la Commonwealth buscando separarse de la Corona, así como un reino en aras de una recesión económica mundial, el legado incipiente de Carlos III comienza con varias dudas. Mismas que la Corona busca disipar por medio de la unión, un simbolismo arraigado profundamente en la cultura británica y misma que es representada con su propia bandera, la llamada Union Jack.

BIOGRAFÍA

Carlos III, nació en el Palacio de Buckingham el 14 de noviembre de 1948. El hijo primogénito de la entonces princesa Isabel, y el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, nació bajo el reinado de su abuelo, Jorge VI. 

A lo largo de los años, Carlos III, quien vio, con tan solo 3 años, a su madre coronarse como reina en 1953 en la Abadía de Westminster, ha vivido el legado monárquico de su madre Isabel II, y la acompañó a lo largo de esos 70 años de reinado. Pasando, en su momento, de ser duque de Cornualles, título de la monarquía que se le otorga al heredero en primera línea del rey o reina. Mientras que en 1958 recibió, por parte de su madre, el título de príncipe de Gales, misma condecoración que se galardonó con su coronación televisada en 1970.

En una vida monárquica, en donde las sucesiones al trono son sumamente cuidadas y planificadas, el joven Carlos pasó gran parte, si no es que en su totalidad, preparándose para el momento de recibir el manto británico, realizando sus estudios entre Inglaterra, Escocia y posteriormente un curso universitario en Galés (mismo periodo de preparación que vio pasar a 15 primeros ministros del Reino Unido). 

Dentro de su vida privada, el rey Carlos se casó con Lady Diana Spencer en 1981, acabando su relación con su divorcio en 1994. Posteriormente, en 2005, Carlos III se casó con Camilla Parker Bowles, quien ahora ostenta el título de reina consorte.

Al fallecer la reina Isabel II, Carlos III heredó, además de todas las posesiones de la Casa Real Windsor y, por supuesto, el título de rey, la monarquía del Reino Unido, además de ser el soberano de la Commonwealth o Mancomunidad de naciones compuesta por 54 países independientes. 

Se espera que, al igual que lo fue su madre, Carlos III tome un papel político en las decisiones británicas, fomentando la unidad nacional y como su máximo representante ante el mundo.

CARLOS Y LADY DI

Lady Diana Spencer y el entonces heredero a la corona, se conocieron en 1977, cuando la joven tenía apenas 16 años y el ahora monarca 29. Años después, en 1980, Diana fue invitada para reunirse con la Familia Real en Balmoral, la residencia escocesa de la familia, en donde fue recibida por la reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo, lo que llevaría a la propuesta de matrimonio el 6 de febrero de 1981 en el castillo de Windsor.

La boda real fue llevada a cabo en la Catedral de San Pablo, el 29 de julio de 1981, con alrededor de 3500 invitados. 

No obstante, cinco años después, tras varios escándalos debido a la infidelidad del entonces príncipe, y la procreación de dos hijos (los príncipes Harry y William), la pareja real y herederos a la corona, decidieron poner fin a su matrimonio en 1992. La diferencia de edad y la vida desgastante de la monarquía pusieron un fin a la historia queen principio, para todo el pueblo británico, parecía un cuento de hadas.

RECHAZOS AL REY CARLOS III

Para entender los posibles motivos reales de estas negativas, conviene fijarse en el contexto actual de la monarquía británica y su imagen entre los ciudadanos, reflexionar y tener en cuenta que la popularidad de Carlos III es mucho menor que la de Isabel II, que era respetada e idolatrada por gran parte de los británicos. 

Durante el reinado de ella, es probable que algunos de estos artistas y personas famosas hubiesen estado encantados de participar en iniciativas reales, pero que ahora se piensen mejor si es buena idea asociarse públicamente con la figura del nuevo rey.

Lo cierto es que, además de que Carlos nunca ha sido tan apreciado por la ciudadanía como su madre, la imagen de la monarquía británica ha quedado muy tocada en los últimos años por varios escándalos. 

La salida del príncipe Enrique y su mujer Meghan Markle de la Casa Real, y la posterior y muy polémica publicación de las memorias de Enrique, pusieron al descubierto muchos trapos sucios de la familia. Aún más graves han sido las acusaciones al príncipe Andrés, hermano de Carlos, al que han señalado por supuestas implicaciones en casos de abuso y tráfico sexual junto a su amigo Jeffrey Epstein. 

Incluso podríamos mencionar también la influencia de la serie de televisión The Crown, que en los últimos años ha recordado a muchos las infidelidades de Carlos y ha proyectado al público los aspectos negativos de su personalidad. 

A todo esto, hay que sumar el hecho de que, pese a que la monarquía sigue siendo una institución muy arraigada y aceptada en Reino Unido, las nuevas generaciones cada vez cuestionan más su utilidad y empiezan a verla como un elemento anticuado. 

Según una reciente encuesta de NatCen, el apoyo público a la monarquía ha caído de manera significativa en los últimos años, y el 25% de los ciudadanos ya asegura que esta institución no le parece nada importante o que incluso habría que abolirla, cuando hace apenas una década esta postura era solo compartida por el 10%.

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