• Algo de lo que sabemos los mexicanos es no meternos con Francia por la comida.  

Por Angélica Rangel  

En Europa se está poniendo muy tensa la situación por el champagne, pues Rusia y Francia se están enfrentando por la denominación de origen de esta bebida.  

Todo comenzó por una acción de Vladimir Putin, presidente de Rusia. El mandatario firmó un controvertido decreto que le da permiso, únicamente a los vinos espumosos producidos en Rusia, para etiquetar sus botellas como “shampanskoye”.  

Esto da pie a que las botellas extranjeras se tengan que etiquetar como vinos espumosos. Algo que a Francia no le ha gustado, pues llevan décadas protegiendo la denominación de champán, originada, por supuesto, en la región de Champaña al noreste del país.  

“El Comité Champán deplora que esta legislación no garantice que los consumidores rusos tengan información clara y transparente sobre los orígenes y características del vino”, declaró la industria francesa en un comunicado retomado por El País en el que se dicen “escandalizados” por el nuevo decreto.  

Tras la ley sobre la champaña, el Gobierno de Francia analiza acusar a Rusia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por dicho decreto del presidente ruso.  

Y con justa razón pues, gracias a la denominación de origen, Francia produce más de 231 millones de botellas de esta bebida al año y de acuerdo con la BBC ganan 2 mil 500 millones de euros por exportarlas alrededor del mundo.  

Jean-Yves Le Drian, ministro de Relaciones Exteriores de Francia, se pronunció sobre esta situación durante una sesión parlamentaria:  

“Una vez que evaluemos (la ley de la champaña en Rusia), actuaremos en consecuencia. Si se demuestra que hay violaciones comprobadas de las reglas de la (OCM), buscaremos un recurso contra la misma”.  

De acuerdo con varios analistas en entrevista para la BBC, Rusia está intentando darle nueva vida a su industria de vinos espumosos. Una histórica producción, creada originalmente en épocas soviéticas para quitarle lo elitista a la bebida y que, además, se encuentra en la zona de Crimea, necesitada de ingresos después de su anexión en 2014.   

Comentarios

Comentarios