Su caso expone las fallas del sistema judicial israelí y la represión contra la labor humanitaria en Gaza

Ciudad de México.- La liberación de Mohammed al Halabi, trabajador humanitario palestino y exdirector en Gaza de la organización World Vision, pone fin a un prolongado calvario judicial que, según Amnistía Internacional, representa un grave error de la justicia israelí.

Al Halabi fue arrestado en junio de 2016 en el paso de Erez y sometido a un proceso judicial manifiestamente injusto. Durante su detención, fue torturado, interrogado sin abogado y juzgado con pruebas secretas, lo que culminó en una condena de 12 años de prisión en 2022. Su liberación se produjo el 1 de febrero de 2025, como parte de un intercambio de prisioneros entre Israel y Hamás.

A su salida de prisión, Al Halabi presentaba signos visibles de tortura e inanición, incluyendo una alarmante pérdida de peso. “Me torturaron, pero nunca quebraron mi espíritu. Mantengo mi inocencia por todos los cargos que se me imputan”, declaró tras reunirse con su familia en Gaza.

Un juicio plagado de irregularidades

Desde el inicio, el proceso contra Al Halabi estuvo marcado por violaciones a sus derechos. La fiscalía israelí nunca presentó pruebas sólidas de que hubiera desviado fondos a Hamás, basando su acusación en testimonios obtenidos bajo presión. Durante seis años, su juicio enfrentó múltiples aplazamientos y se le ofrecieron reducciones de condena a cambio de confesar delitos que él negó rotundamente.

El caso generó indignación internacional, y en mayo de 2023, Amnistía Internacional lo declaró preso de conciencia, al concluir que su detención tenía el objetivo de intimidar a otros defensores de derechos humanos y restringir la labor humanitaria en Gaza.

Reencuentro con una Gaza devastada

Tras su liberación, Al Halabi regresó a su hogar en Gaza, encontrándolo gravemente dañado. “La necesidad de ayuda humanitaria es ahora mayor que nunca. En guerras anteriores hablábamos de edificios parcialmente destruidos, pero ahora casi todos están arrasados”, expresó.

El exdirector de World Vision destacó que su mayor sufrimiento en prisión no fueron los golpes ni el hambre, sino la incertidumbre sobre el destino de su familia tras el 7 de octubre de 2023. Durante 15 meses de conflicto, no tuvo noticias de sus seres queridos, ya que en la prisión de Nafha se prohibieron visitas y se confiscaron radios.

Llamado a la justicia y a la liberación de detenidos arbitrarios

Amnistía Internacional ha exigido que se anule su condena, se investiguen los abusos cometidos en su contra y que los responsables rindan cuentas. También ha reiterado su llamado a Hamás para que libere a todos los rehenes civiles en Gaza, y a Israel para que ponga en libertad a los palestinos detenidos arbitrariamente.

Incluso en mis horas más oscuras, supe que muchas personas creían en mi inocencia y luchaban por mi liberación. Su solidaridad siempre estará grabada en mi corazón”, afirmó Al Halabi.

Ahora, tras casi nueve años de injusticia, su compromiso sigue intacto: retomar su labor humanitaria y ayudar a una Gaza en ruinas.

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