• El exsecretario de Seguridad Pública bajo el mandato de Felipe Calderón ruega al juez por una sentencia reducida, mientras enfrenta la posibilidad de cadena perpetua.

Nueva York.- A tan solo horas de conocer su destino, Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, imploró clemencia al juez Brian Cogan, quien este miércoles 16 de octubre dictará la sentencia que definirá cuántos años pasará en prisión. García Luna fue encontrado culpable de colaborar con el Cártel de Sinaloa, lo que ha generado una de las caídas más impactantes en la historia reciente de México.

En una carta dirigida al juez Cogan, García Luna argumentó que nunca ha representado una amenaza para la sociedad y defendió su historial personal como un servidor público sin antecedentes criminales. “El dinero sucio, los malos hábitos, la mala conducta no se pueden ocultar, inclusive en condiciones extremas”, escribió el exfuncionario, mientras solicitaba ser tratado con indulgencia y poder regresar a su familia.

La defensa del exsecretario ha solicitado una condena de 20 años, la mínima pena posible para los delitos que enfrenta, mientras que la Fiscalía de Estados Unidos pide la cadena perpetua, argumentando que García Luna facilitó una conspiración que provocó miles de muertes en México y Estados Unidos.

El fiscal Breon Peace, en un documento dirigido al juez, fue claro: “Es difícil exagerar la magnitud de los crímenes del acusado, las muertes y adicciones que facilitó, y su traición a los pueblos de México y Estados Unidos”. La Fiscalía ha subrayado que, a pesar de la gravedad de los delitos, García Luna no ha mostrado remordimiento alguno por su conducta.

Una petición de clemencia y su defensa férrea

En su carta, García Luna destacó su lucha contra el narcotráfico durante su mandato, asegurando que fue “implacable en contra de los criminales”. Además, volvió a reiterar que las acusaciones en su contra son una construcción, y que fue víctima de represalias por haberse negado a declarar contra otros funcionarios de alto nivel. “Tengo firme respeto por la ley”, añadió, pidiendo al juez que considere todos los factores que han rodeado su caso.

Sin embargo, los fiscales han desestimado estos argumentos, señalando que, durante su tiempo en prisión, García Luna ha seguido tratando de obstruir la justicia, ofreciendo sobornos a otros reclusos para manipular el proceso judicial.

El destino de García Luna y las repercusiones en México

García Luna, quien fue el máximo encargado de la seguridad pública durante uno de los periodos más violentos en México, enfrenta ahora la posibilidad de pasar el resto de su vida en una cárcel estadounidense. La condena del exfuncionario no solo marca un hito en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, sino que también resuena en México, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador ha utilizado el caso como prueba de la connivencia entre el narcotráfico y gobiernos anteriores.

El exfuncionario mexicano podrá vestir de traje y corbata durante su audiencia, en la que escuchará la sentencia que pondrá fin a un juicio que ha acaparado la atención internacional. Según estimaciones, García Luna podría ser condenado a cadena perpetua, además de enfrentar una multa de cinco millones de dólares.

Las secuelas de un juicio histórico

García Luna, quien fue arrestado en diciembre de 2019 en Dallas, Texas, ha visto cómo su vida se desmoronó desde entonces. La defensa ha argumentado que ha perdido todo lo que alguna vez construyó: su reputación, su patrimonio y el respeto en las instituciones que ayudó a crear. A pesar de sus esfuerzos por desacreditar las acusaciones en su contra, el veredicto del jurado en febrero de 2023 lo encontró culpable de colaborar con el Cártel de Sinaloa, el mismo grupo criminal que alguna vez juró combatir.

Mientras tanto, el gobierno de México ha solicitado también su extradición por cargos de malversación de fondos públicos, lo que podría extender aún más su lucha judicial.

Este miércoles, Genaro García Luna enfrentará la decisión más crucial de su vida. Aunque ruega por una sentencia menor, la gravedad de los cargos parece pesar más que sus súplicas, y todo indica que el exfuncionario podría pasar el resto de sus días tras las rejas.

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