La nueva cepa dominante de COVID-19 es la nueva amenaza en el mundo.  

Por Angélica Rangel  

La nueva variante, de rápida propagación, llevó a algunos países a tomar nuevamente duras medidas de restricción. Pero en Estados Unidos, el presidente Joe Biden no planea “confinar el país”, dijo su vocera, Jen Psaki.  

La semana pasada, Ómicron fue responsable del 73.2% de los nuevos casos detectados en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Biden tiene previsto dar un discurso el martes sobre los planes de su gobierno para enfrentar la nueva ola de la pandemia que enfrenta el país.  

Datos preliminares sugieren que ómicron, detectada en decenas de países tras su aparición en Sudáfrica en noviembre, podría ser más infecciosa y tener posiblemente mayor resistencia a las vacunas, pese a las indicaciones de que no es más severa que la variante delta.  

El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió el lunes a los países redoblar esfuerzos para poner fin a la pandemia, y pidió cancelar las celebraciones de Año Nuevo porque es mejor “cancelar ahora y celebrar más tarde, que celebrar ahora y llorar más tarde. Ninguno de nosotros quiere volver a estar aquí dentro de 12 meses, hablando de oportunidades perdidas, desigualdad continua o nuevas variantes”.  

“2022 debe ser el año en el que acabemos con la pandemia”, dijo.  

Ante el avance de la variante, Holanda entró en un nuevo confinamiento, París y Londres cancelaron las celebraciones de Año Nuevo, y Alemania prevé endurecer las restricciones sanitarias para esas mismas fechas, según un proyecto consultado por la AFP.  

“No puede haber duda de que una mayor mezcla social durante el período de vacaciones en muchos países conducirá a un aumento de casos, a sistemas de salud abrumados y a más muertes”, dijo Tedros en una conferencia de prensa para periodistas con sede en Ginebra.  

Todos estamos hartos de esta pandemia. Todos queremos pasar tiempo con amigos y familiares. Todos queremos volver a la normalidad. La forma más rápida de hacerlo es que todos nosotros, líderes e individuos, tomemos las decisiones difíciles que se deben tomar para protegernos a nosotros mismos ya los demás”.  

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