Por Lalo Porras Ortiz
266 papas han sido nombrados en el Vaticano.
El Vaticano está en Roma porque la tradición católica ubica a Roma como el centro de la Iglesia, debido a que San Pedro, el primer Papa, fue obispo y murió allí. Además, Roma fue el centro de la autoridad papal durante la mayor parte de la historia de la Iglesia, con algunas excepciones como el periodo de Aviñón.
San Pedro y Roma: La tradición católica sostiene que San Pedro, el primer Papa, ejerció su ministerio y murió en Roma. Por lo tanto, Roma se convirtió en un lugar de gran importancia para los cristianos desde sus inicios. Primacía de Roma: Con el tiempo, la Iglesia Católica Romana desarrolló la idea de que Roma, como el lugar de la muerte de San Pedro y el sucesor de Pedro, tenía la primacía sobre las demás iglesias. La evolución del Papado: El Papado se desarrolló en Roma a lo largo de los siglos, con los Papas asumiendo un papel de liderazgo en la Iglesia. Roma como centro de poder: Roma se convirtió en el centro de poder de la Iglesia Católica, tanto en términos de liderazgo espiritual como de influencia política.
La Ciudad del Vaticano, el estado-nación más pequeño del mundo, surgió en 1929 tras la firma de los Pactos de Letrán entre la Santa Sede y el Reino de Italia. Antes de esto, la Santa Sede había sido la sede de los Papas y había gobernado los Estados Pontificios, que fueron conquistados por Italia en 1870. El Vaticano se convirtió en un estado independiente y soberano, con el Papa como su jefe de estado.
El origen y evolución de la Ciudad del Vaticano:
Antigüedad: La zona del Vaticano, en la orilla occidental del río Tíber, era inicialmente una región pantanosa conocida como Ager Vaticanus. Roma Imperial: Durante el Imperio Romano, se convirtió en un área administrativa con lujosas villas y un circo. La Basílica de San Pedro: La construcción de la Basílica de San Pedro en el siglo IV, sobre la tumba del apóstol, marcó el inicio de la importancia religiosa del lugar. Los Estados Pontificios: La Iglesia Católica, a través de la Santa Sede, acumuló poder y territorios a lo largo de los siglos, formando los Estados Pontificios. La Unificación de Italia: En 1870, el gobierno italiano conquistó los Estados Pontificios, lo que llevó a una crisis entre la Iglesia y el gobierno italiano. El Tratado de Letrán (1929): Este tratado resolvió la disputa, reconociendo la soberanía de la Santa Sede sobre la Ciudad del Vaticano, un enclave dentro de la ciudad de Roma. El Vaticano como Estado: Desde entonces, el Vaticano es una entidad independiente y soberana, gobernada por el Papa como monarca absoluto.