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La estrategia que Suecia está tomando para proteger a sus ciudadanos del COVID-19, es muy diferente a la de los demás países del mundo. Las calles de la capital, los restaurantes y bares siguen llenas de gente y las escuelas no han cerrado.

“Salga con un amigo y caminen separados por un metro. No abrace a su vecino. Salga con un termo y siéntese en un banco. Es tan nocivo para la salud como quedarse sentado en la casa “, dijo Giesecke, un reputado epidemiólogo sueco que aconseja a la OMS, (Organización Mundial de la Salud).

Las autoridades sanitarias del país señalan que las únicas personas que deben quedarse confinadas ene sus casas son los ancianos, no los niños, razón por la cual aún no se se decreta el cierre de escuelas.

Aún así, las recomendaciones siguen siendo promovidas, como mantener una distancia de un metro entre cada persona y de ser posible trabajar desde casa.

Sin embargo, no todos los ciudadanos están de acuerdo sobre todo por los casos de contagio y muerte que se han presentado los otros país europeos, como Italia donde en este momento ya se supera el número de decesos que tuvo China, lugar en el que nació la pandemia.

Pero a pesar de las desaprobación en la opinión pública, el gobierno y la Agencia de Salud Pública de Suiza se mantienen firmes en su posición y rechazan las medidas drásticas de confinamiento, las cuales afectarían directamente a sus economía.

Con información de La Nación

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