Por Angélica Rangel

La cadena de televisión nipona NHK realizó un experimento para mostrar la facilidad y rapidez con la que el COVID-19 se propaga en caso de contar con medidas de higiene.

En el experimento, vemos cómo 10 personas se encuentran en un área al estilo de un restaurante buffet. De esos 10 participantes, solo una es “el contagiado”, mismo al que se le colocó pintura fluorescente invisible a simple vista en las manos representando al virus. Durante un periodo de media hora, todos los participantes conviven con normalidad en el espacio mientras se sirven comida y utilizan los mismos utensilios sin ningún tipo de protección.

Los resultados son sorprendentes, ya que cuando el espacio es iluminado por luz negra, los participantes pueden ver que la pintura fluorescente logró esparcirse por todos lados. La pintura se encontraba en sus caras, manos y otras partes del cuerpo, dando a entender que se contagiaron. De igual manera, se puede ver que la pintura también llegó a sus platos, cubiertos y tazas, por lo que todos los participantes se sorprendieron del alcance y la rapidez del contagio cuando ellos no hicieron más que comer la comida en el buffet.

La televisora se inspiró en el caso verídico de contagio masivo producido en el crucero Diamond Princess con 2 mil pasajeros a bordo de acuerdo a Milenio. El crucero estuvo en cuarentena durante dos semanas en el puerto de Yokohama en Japón. De todos los pasajeros, 700 se contagiaron y 13 fallecieron.

La lección más importante a raíz de este experimento es ver que en realidad no solo se trata de usar cubre bocas para prevenir un posible contagio y estar a salvo, sino que debemos de tomar e implementar diversas precauciones y medidas de prevención para evitar esa fácil propagación del virus.

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