Por: José Manuel López Colín.

Un intento de suicidio ha suspendido las sesiones del Congreso holandés. Un hombre de 65 años se lanzó al vacío desde la tribuna del público con una soga al cuello. La cuerda estaba anudada a la baranda y pretendía ahorcarse.

Según la prensa de aquel país, el presunto suicida sería Hans Kamperman, un activista que llevaba tres semanas protestando frente al edificio de la Cámara.

El incidente ocurrió mientras un miembro del parlamento, el liberal Arno Rutte, comenzó a exponer su opinión sobre la situación del crimen organizado, un problema creciente denunciado recientemente por el sindicato policial en Holanda. Según los testigos, el hombre entraba y salía con nerviosismo de la galería pública, hasta que decidió atar una especie de cuerda a la barandilla y tirarse al vacío.

. La sala de plenos es ahora una escena de crimen, así que todos los actos quedan cancelados hasta próximo aviso o al menos hasta mañana. El hombre, un activista contra la criminalización del cannabis, ha salvado la vida gracias a la reacción de todos los presentes, que lo sujetaron para evitar la ruptura del cuello.

 No es la primera vez que alguien aprovecha así el foro parlamentario. En 2005, un ciudadano británico se tiró desde el mismo lugar cayendo sobre los escaños. Era un activista en favor de los derechos de los padres divorciados, y se rompió ambos tobillos.

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