Redacción
El primer periodo ordinario de la 64 legislatura comenzó el pasado 1 de septiembre con la entonación del Himno Nacional y con la asistencia de 87 senadores y 401 diputados.
Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, y Martí Batres Guadarrama, presidente de la mesa directiva del Senado, acudieron al Salón de Protocolo para recibir de manos del secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, el sexto y último informe del presidente Enrique Peña Nieto.
Uno de los momentos más importantes ocurridos en el congreso fue el posicionamiento de los partidos en la nueva legislatura. Morena, con 247 diputados y 59 senadores, quienes ocuparon la mitad izquierda de los lugares totales, opacaron a todos los demás partidos participantes.
Durante su participación, la senadora Claudia Ruiz Massieu aseveró que su partido (PRI) es el de mayor experiencia legislativa pues ha existido durante los últimos 90 años, de los cuales ha gobernado 70.
Aseguró que los priistas no son mercenarios de la política, lo que desató la reacción de los representantes de Morena que rechiflaron e hicieron un conteo del 1 al 43 en recuerdo de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, por quienes clamaron justicia.
A la reacción de los representantes de Morena, Ruiz Massieu respondió que el nuevo gobierno —encabezado por Andrés Manuel López Obrador— gozará de los beneficios que la administración saliente impulsó con las reformas estructurales.
La respuesta al discurso de la senadora estuvo a cargo del diputado de Morena, Mario Delgado, que anunció: “O estamos en la noche de los cínicos o parece que aquí hay varios partidos que no entendieron el mensaje. Se necesita muy poca vergüenza para venir a decir aquí que por décadas han servido al país cuando se han servido del país y lo han saqueado. Entregan un país en ruinas”.
Por su parte, Muñoz Ledo, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, aseguró que con la sesión de la legislatura comenzaba “la hora cero de la nueva República”.
