Por Ricardo González Amaro

Toluca, Méx.- Ni la ‘danza de la lluvia’ ni la visita de Tláloc resultan ser suficientes para detener la inminente sequía que se vive en México. Si bien el regreso de las precipitaciones parecían ser una señal de alivio ante la crisis de agua, en varios estados del país el panorama aún es preocupante.

De acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), algunas entidades todavía enfrentan una severa ‘deshidratación’ debido a que reciben muy pocas lluvias, lo que resulta en un limitado abastecimiento de las presas.

Según señalan datos del Monitor de Sequía, actualmente el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional a nivel nacional es de 59.86 por ciento, es decir, una cifra ligeramente menor a lo registrado el 31 de enero de este año (60.45 por ciento).

En su último reporte, con corte al 15 de febrero, la CONAGUA dio a conocer una lista de estados que se encuentran en alerta roja, con base en su sistema de categorías, el cual divide los niveles de sequía en cinco áreas.

D0 – Anormalmente seco.
D1 – Sequía moderada.
D2 – Sequía severa.
D3 – Sequía extrema.
D4 – Sequía excepcional.

Estados con sequía extrema

Las entidades del país que reportan una sequía extrema y excepcional (D3 y D4), los dos niveles más altos, son las siguientes:

  • Chihuahua.
  • Sonora.
  • Sinaloa.
  • Durango.
  • Tamaulipas.
  • San Luis Potosí.
  • Querétaro.
  • Michoacán.
  • Hidalgo.
  • Guanajuato.
  • Aguascalientes.

Por otro lado, los estados que experimentan un clima anormalmente seco, así como sequías moderadas y severas son:

  • Colima.
  • Chiapas.
  • Ciudad de México.
  • Guerrero.
  • Jalisco.
  • Estado de México.
  • Morelos.
  • Nayarit.
  • Nuevo León.
  • Oaxaca.
  • Puebla.
  • Tabasco.
  • Tlaxcala.

¿Por qué nos estamos quedando sin agua?

México y sus habitantes experimentan los efectos negativos de la falta de agua. Durante los últimos años, las regiones centro y norte del país han vivido escasez de líquido debido al aumento de las sequías.

Cifras del Banco Mundial indican que la disponibilidad de agua per cápita cayó un 60 por ciento en 50 años y la situación empeorará en los próximos años.

De acuerdo con los datos de esa institución, la disponibilidad promedio anual per cápita era de 10 mil metros cúbicos (m3) en 1960 y se redujo a 4 mil en 2012. Las estimaciones señalan que la disponibilidad de agua en México será inferior a los 3 mil m3 por habitante en el 2030.

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