Ciudad de México.- El problema de las fugas hídricas en el país no es un tema nuevo. Un estudio realizado por la UNAM (Agua Capital, Fondo de Agua de la Ciudad de México y el Centro Regional de Seguridad Hídrica) afirma que “las pérdidas de agua en las redes de distribución del Valle de México se estiman entre el 40 y 50 por ciento, aunque no se cuenta con información precisa sobre los volúmenes que no llegan a su destino”.

Por más de una década, ingenieros químicos y civiles universitarios han dedicado su talento a ofrecer soluciones en torno a este tema. Tal es el caso de Adrián Cordero Ibarra y Jorge Pérez Gavilán, egresados de estas carreras, quienes en 2012 comenzaron un emprendimiento (a través de la red de incubadoras de InnovaUNAM) para recuperar casi cualquier tipo de infraestructura hidráulica como tuberías, tanques o pozos, sin necesidad de impactar el entorno social.

“La idea de crear una empresa surgió tras saber que a México le urge rehabilitar sus tuberías, pues se pierde mucho líquido en las redes de las ciudades. Por tanto, es necesario revisar la infraestructura en cuanto a si ya cumplió su vida útil para, entonces, cambiarla, recuperarla y mejorarla”, afirma Adrián Cordero Ibarra, egresado de la carrera de Ingeniería Química de la UNAM.

La palabra “Tubepol” es resultado de mezclar los términos “tubería” y polimérica” –indica–, y alude a los materiales y tecnología utilizados para la rehabilitación de tales objetos. Se trata de un desarrollo que mejora tiempos de respuesta, costos y condiciones de flujo de línea. Se puede aplicar a cualquier diámetro de tubería, desde cuatro hasta 96 pulgadas.

“Nuestra tecnología favorita se llama ‘tubería polimérica curada en sitio’, la cual se compone de fieltro poliéster con resinas que se polimerizan en el interior del ducto. Lo que hacemos es crear una estructura totalmente nueva dentro de otra dañada sin necesidad de excavar. Además, garantizamos su vida útil por 50 años más”, destaca.

En una noche, Tubepol puede rehabilitar 200 metros de infraestructura, lo cual, comparado con los tiempos de las obras convencionales, implicaría como mínimo dos semanas. “Somos la única compañía mexicana que ofrece tales innovaciones”, señala el director de la empresa.

Operatividad en Tubepol

A decir de la supervisora de Operaciones de Tubepol, Karen Cruz Jiménez, su planta de Puebla se dedica a fabricar los materiales con fieltro poliéster y fibra de vidrio. Además, son los únicos en América Latina que elaboran y proveen materiales para la restauración de tuberías.

“Un día de trabajo comienza a partir de que recibimos una orden de producción. A veces atendemos solicitudes de mantenimiento preventivo y otras, de emergencia, como socavones. Acudimos a las instalaciones donde hay fugas, evaluamos y, con base en ello, nuestros ingenieros hacen un diseño específico del sitio. Conforme a dichas especificaciones fabricamos un liner(tubería polimérica manufacturada aquí, por nosotros) con el diámetro, espesor y longitud precisos para la rehabilitación”.

Al tener el material viene el proceso “medular”, que consiste en instalarlo en el sitio. Al liner fabricado se le inyecta una resina catalizada para, después, trasladarla en una caja refrigerada, mientras que el personal en el lugar prepara la instalación de la nueva tubería. Cuando el material llega, se realiza un proceso de inversión y de curado por agua o vapor.

“Contamos con equipos de inspección robotizados que nos permiten ingresar a la tubería para evaluar sus condiciones internas. Estos robots nos dan una imagen de 360 grados, en toda la longitud, y nos permiten determinar si las instalaciones están muy dañadas. En caso de que este equipo no pueda entrar se hace limpieza con herramientas hidroneumáticas para luego ingresar e inspeccionar. Una vez obtenido el reporte, se comparte con el cliente para darle un diagnóstico”, expresa.

Cruz Jiménez hace un llamado a las autoridades para cambiar cómo se ha llevado el uso y conducción de agua, pues hace falta crear conciencia sobre la importancia a rehabilitar y, sobre todo, de brindar mantenimiento preventivo a las redes de tuberías a fin de cuidar mejor el líquido.

“Con frecuencia se dice que el agua se va a acabar o a privatizar, sin embargo, aunque tengamos el recurso, lo perderemos si el medio por el cual se transporta o suministra está dañado o corroído. Esto no sólo limita el abastecimiento de muchas comunidades o regiones, sino que puede provocar problemas mucho más fuertes como los socavones, que se forman cuando el agua se filtra en la tierra, la humedece y la hunde”.

Orgullosamente pumas

“Desde un inicio, Tubepol ha implicado un proceso de aprendizaje que implica realizar pruebas y cometer aciertos y errores. Así, con mucha persistencia e insistencia obtuvimos un material útil para la rehabilitación de tuberías. Al tener el prototipo listo, dijimos: ‘¡Esto se venderá como pan caliente!’, y no fue así. Ofrecer tecnología nueva creada por dos jóvenes emprendedores ha sido muy difícil”, comparte Adrián Cordero.

Al respecto, el universitario considera que, para llevar a buen puerto un emprendimiento, es preciso capacitarse a fin de obtener cada vez más experiencia en el rubro, ya que aunque tengamos un buen producto éste no se venderá solo; para que una empresa funcione se requiere contabilidad, administración, marketing, ventas, manejo de personal e ingeniería, entre otras áreas.

“Nuestra experiencia con InnovaUNAM fue grata. Siempre tuvimos apoyo de la Universidad y, ahora, somos muy conocidos en el rubro del agua. Nuestra primera experiencia de ventas fue en 2013, con el Grupo Ángeles, y ahora contamos con clientes como Caminos y Puentes Federales, Petróleos Mexicanos y la Comisión Estatal de Aguas de Querétaro, entre otras organizaciones”. Para Cordero Ibarra, la clave de su éxito es haber creído en su idea, en no abandonarla, en ser persistente y en enfocarse en lo deseado. “Intentar echar adelante un proyecto genera dudas. Concretarlo consiste en insistir y en trabajar duro para que funcione”, concluye.

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