Por Ricardo González Amaro

Lerma, Méx.- El Consejo Otomí de Pueblos Originarios de Lerma ha anunciado oficialmente el descubrimiento de una importante zona arqueológica en el municipio de Lerma, en el Estado de México. Esta zona alberga asentamientos piramidales subterráneos, monolitos de grandes dimensiones y cientos de objetos pertenecientes a antiguas civilizaciones.

El tesoro prehispánico se encuentra en la zona montañosa de Santa María Atarasquillo, en áreas de uso comunal. En una conferencia de prensa celebrada recientemente, destacadas personalidades encabezaron el anuncio, entre ellas Fidel Andrade Vázquez y César Iván Reyes Flores, presidente del Consejo Otomí de los Pueblos Originarios de Lerma, un representante del Dr. Mindahi Bastida, representante del Consejo de El Águila y el Cóndor, y Russell Davis, representante de los Guerreros Arcoíris.

Se presume que los restos encontrados en las tierras comunales de Lerma pertenecen a la cultura teotihuacana, donde se localiza un teocalli o pirámide que, según los indicios, fue ocupado posteriormente por la civilización mexica que se asentó en el valle de Toluca. Este “sitio sagrado” muestra algunas figuras a cielo abierto que han sido recientemente descubiertas y que ya han sido denunciadas a las autoridades de los tres niveles de gobierno, especialmente al Instituto Nacional de Antropología e Historia, para que se lleve a cabo el rescate y la gestión adecuada del sitio, el cual corre el peligro de ser saqueado por empresas particulares dedicadas al aprovechamiento forestal y al desarrollo inmobiliario.

Este importante descubrimiento arqueológico no solo representa un valor histórico y cultural invaluable para la región y el país, sino que también es crucial para comprender mejor la historia de las antiguas civilizaciones que allí habitaron. El llamado a preservar y proteger este tesoro prehispánico es urgente, y se espera que las autoridades correspondientes tomen las medidas necesarias para evitar su pérdida.

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