Primero Editores / Karina Bernal G.

La epidemia de viruela fue en 1520 y la pandemia de COVID-19 en 2020, existiendo 500 años de diferencia, ambas causando un gran número de muertes, teniendo repercusiones económicas y sociales, coincidieron historiadores reunidos en “El Aleph. Festival de Arte y Ciencia. Las Posibilidades de la Vida: Covid-19 y sus Efectos”, de la UNAM.

“Estamos viviendo un símil de lo que ocurrió hace 500 años; los virus se presentan en la humanidad por nosotros mismos, pues a donde vamos llevamos nuestro aparato cultural y microorganismos”, destacó Sandra Guevara Flores, del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH).

La propagación de la viruela provocó el fallecimiento de gran parte de la población indígena, mientras que los ibéricos ya estaban inmunizados contra ese virus que habían padecido en Europa, relató Federico Navarrete Linares, experto en estudios mesoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL).

“Como los pobladores americanos del siglo XVI, hoy nos enfrentamos a un virus contra el que no tenemos defensas. La viruela entonces fue más mortífera no sólo por su letalidad, sino porque era parte de una guerra”, añadió.

A diferencia del COVID-19, hace cinco siglos el contagio fue más lento, ya que viajó por barco, pero en ambas afecciones hubo convivencia entre humanos y animales, pues los españoles tenían contacto con ratas y ganado.

Los especialistas resaltaron que la esperanza está puesta en una vacuna o tratamiento, que quizá esté lista el año próximo, pero en el siglo XVI, los pobladores americanos tuvieron que recurrir a la inmunidad de rebaño, para que la viruela siguiera su curso hasta atenuarse.

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