Toluca, Méx.- El Partido Acción Nacional (PAN) se posiciona como defensor de la independencia del Poder Judicial, pero su retórica parece más un intento de mantener el status quo que de promover una verdadera justicia imparcial, afirmó el senador Agustín Dorantes Lámbarri. En un reciente debate sobre las reformas propuestas para actualizar los medios de impugnación en el proceso de elección de los integrantes del Poder Judicial de la Federación, el senador criticó la postura de su partido y advirtió sobre los peligros de convertir al Congreso en una “oficialía de partes” del Poder Ejecutivo.
Durante su intervención en las comisiones unidas de Gobernación y de Estudios Legislativos, Dorantes Lámbarri señaló que el proceso legislativo está plagado de irregularidades, donde se aprueban reformas de manera exprés, sin el análisis cuidadoso que el país merece. “Es lamentable que se pretenda convertir a esta soberanía en una mera oficialía de partes”, declaró, haciendo eco de un descontento más amplio dentro de su partido.
Sin embargo, detrás de esta defensa de los “contrapesos” se percibe un temor a la pérdida de influencia en un sistema judicial que ha sido, hasta ahora, más amigable con sus intereses. En lugar de abrir un diálogo genuino, el PAN parece preferir mantener una narrativa que defiende privilegios en lugar de trabajar por un sistema que garantice la justicia para todos los ciudadanos.
“Actuemos con altura de miras; pongan por delante el interés de la Nación”, instó el senador, pero su llamado se percibe como una contradicción, dado que la propuesta de reforma busca fortalecer las instituciones en lugar de destruirlas. Para muchos analistas, el verdadero problema radica en el temor del PAN a perder el control sobre un sistema que ha servido más a las élites que a las mayorías.
La falta de un debate significativo y la rapidez con la que se están implementando las reformas generan preocupación entre diversos sectores de la sociedad, quienes advierten que una verdadera democracia se construye a través de la participación y la deliberación, no a través de la imposición y el miedo.
El futuro del Poder Judicial mexicano se encuentra en un momento crítico, y las decisiones que se tomen en el Congreso tendrán repercusiones significativas para la justicia en el país. La historia, tal como lo advierte Dorantes Lámbarri, evaluará a aquellos que opten por el sometimiento en lugar del fortalecimiento de la democracia.