La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que su gobierno continuará con los incrementos al salario mínimo cada año. Además, presentó su propuesta para reducir la jornada laboral semanal a 40 horas.

Ambos temas forman parte de los compromisos de su administración, los cuales buscan mejorar las condiciones laborales de los trabajadores mexicanos.

Incremento al salario mínimo

Durante su campaña presidencial y en su toma de posesión, Claudia Sheinbaum destacó la importancia de aumentar el salario mínimo de forma progresiva. Actualmente, el salario mínimo en México es de 248 pesos diarios en la mayor parte del país y 374 pesos en la frontera norte.

La presidenta informó que este incremento continuará hasta alcanzar el equivalente de 2.5 canastas básicas, frente al actual nivel de 1.6 canastas.

Sheinbaum explicó que este crecimiento será gradual, con aumentos anuales cercanos al 12%. De concretarse, el alza duplicaría la tasa de inflación, que actualmente es del 4.6%.

La presidenta subrayó que su administración trabajará en conjunto con empresarios y sindicatos para garantizar que estos incrementos se mantengan en equilibrio con las necesidades económicas del país.

Jornada laboral de 40 horas

Además del aumento al salario mínimo, Sheinbaum propuso una reducción paulatina de la jornada laboral a 40 horas semanales. La presidenta señaló que este objetivo se alcanzará en consenso con empleadores y sindicatos.

Aunque no se definió un plazo exacto para la implementación, Sheinbaum aseguró que esta medida será una prioridad durante su mandato.

El objetivo de la reducción de la jornada laboral es mejorar la calidad de vida de los trabajadores, permitiéndoles más tiempo para actividades personales y familiares. Además, se espera que esta medida impacte positivamente en la productividad laboral, al equilibrar el tiempo de trabajo con el descanso.

Acuerdos con el sector empresarial

Sheinbaum reconoció la importancia de dialogar con el sector empresarial para implementar estos cambios de manera gradual. Aseguró que su gobierno buscará acuerdos que beneficien tanto a los trabajadores como a las empresas, con el fin de garantizar una transición eficiente hacia la jornada de 40 horas semanales sin afectar la productividad económica.

En este sentido, la presidenta enfatizó la necesidad de establecer mesas de trabajo con empleadores para definir cómo se implementarán estas reformas. El gobierno planea realizar estos cambios de manera ordenada, asegurando que los derechos laborales mejoren sin generar desequilibrios económicos.

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