LATITUD MEGALOPOLIS | RAYMUNDO ADAME

El régimen de Felipe Calderón y de Enrique Peña, que tuvo como Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México (AEFCM) antes Administración Federal de Servicios Educativos para el Distrito Federal (AFSEDF), fomentó un cacicazgo ejercido con autoritarismo, corrupción, despotismo por Luis Ignacio Sánchez Gómez, quien vino a dar un golpe certero a las estructuras educativas, supuestamente para ahorrar recursos para mejorar las condiciones educativas, sin embargo en la práctica se generó un atraso y una falta de inversión para lograr una infraestructura educativa que pudiera responder a las expectativas sociales que requería la Ciudad de México.

A su llegada fue enfático en asegurar que era un administrador y que de educación no sabía nada, el problema era que ni siquiera sabía administrar, ni dirigir, pues en lo inmediato se ganó la animadversión del sector educativo, por la forma autoritaria y despótica con la que se conducía; pero además se presumía una corrupción sin límites sustentada en negocios y excesos en la administración: se dotó de computadoras en todos los centros educativos, claro todas rentadas, se distinguía por la megalomanía reflejada en eventos masivos para gastar el presupuesto; convirtió las oficinas de la administración educativa en verdaderos bunkers resguardados por un exceso de elementos de seguridad, así fue su gestión del 2006 al 2018.

Evidentemente todo ello fue denunciado en su momento por docentes: ante Presidencia de la República, Control Interno, la Función Pública, entre otras; pues a infinidad de maestros les quitó sus horas, los cesó aprovechando la permisividad de las Reformas Educativas del peñismo, amenazas a docentes que se oponían, era común observar hasta vehículos de militares fuera de los edificios de las administración, sin duda fue un cacicazgo que provocó el caos y la inconformidad educativa.

Destruyó instituciones educativas, como la derogación de la Dirección General de Educación Física el 31 de julio de 2013, y tal vez eso pudiera ser parte de una reestructuración para limpiar y mejorar el sistema educativo, sin embargo no fue así; simplemente fue una acción de autoritarismo, pues la organización y administración que tenía esa Dirección General era mucho mejor a la que integraron a los docentes de Educación Física, pues hasta la fecha no hay una planeación anual adecuada, se trabaja de manera improvisada, al día a día.

Derivado de todo el caos ocasionado en Educación Física, se promovió un retiro para los Inspectores de esta área, donde se fueron alrededor de 249 inspectores, pues sólo quedaron 106 plazas, y las zonas fueron cubiertas por inspectores habilitados, quienes realizaban la función pero no eran remunerados conforme al salario que corresponde a un Inspector Normalista de Educación Física, con el argumento que las plazas del retiro se habían congelado.

En una solicitud de información del 2017, al Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) con el número: 2510100063017, se desprendió que en efecto seguían vacantes 249 y había tres licencias de las plazas mencionadas y que solo eran ocupadas 106; claro, antes formularon evasivas negando dicha existencia, hasta mencionar que el monto presupuestal de las plazas sin ocupar se reintegraba a la Tesorería de la Federación, como en su momento lo informó Julio César Calvario, quien continúa en el mismo puesto en el gobierno amolísta, como la gran mayoría de mandos medios y superiores, esto sin acreditarlo con documentos debidamente requisitados y que no eran prueba fehaciente de que así había sido.

Paralelamente en otra solicitud dirigida a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público con el número: 0000600134217 en el 2017, se pidió el número de plazas de Inspector normalista de educación física que se presupuestaban para la Administración Educativa de la Ciudad de México, y en efecto, a través de la liga: http://www.pef.hacienda.gob.mx/work/models/PEF2017/docs/25/r25_appcd.pdf, se informaba del presupuesto para 358 plazas de inspector: 14 con carrera magisterial “E”, 45 en “D”, 93 en “C”, 90 en “B” 101 en “A” y 15 sin carrera magisterial.

También si se revisa el presupuesto del 2021 en la liga: http://www.pef.hacienda.gob.mx/work/models/PEF2021/docs/25/r25_appcd.pdf, la única variación es que en lugar de 15 plazas sin carrera magisterial se presupuestan solo cuatro; esto es, en total son 347 plazas de inspector que se encuentran vigentes en el Presupuesto de egresos de la Federación 2021 en el Analítico de plazas y remuneraciones del ramo 25 del C00 de la Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México, mismo que se ha ratificado durante los últimos ocho años aun cuando solo se han ejercido lo correspondiente a 106 plazas, pues en ese lapso no se ha promocionado una sola plaza de Inspector Normalista de Educación Física ni se les ha pagado a un numeroso grupo de docentes que realizan esa función como corresponde y  como lo mandata el artículo 123 apartado “B” constitucional en su numeral “V. A trabajo igual corresponderá salario igual, sin tener en cuenta el sexo;”

Todo ello hace deducir la existencia permanente de actos de corrupción que han prevalecido hasta la fecha, aun cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador sea reiterativo que la corrupción se ha desterrado, pues es inverosímil que durante ya casi nueve años se presupueste un recurso y se devuelva a la Tesorería, cuando hay quienes cubren esa función y no reciben el monto salarial correspondiente a esa función.

Además del presupuesto que se asigna a esta tarea es de 351 millones, 843 mil, 711 pesos anuales; pero únicamente se utiliza alrededor del 30%, lo que significa que algunos 234 millones por cada año se manejan de manera oscura que deduce corrupción, esto es: mil 872 millones en los ocho años; pero esto no sería todo pues revisando el contenido de esa liga se pueden observar diversas inconsistencias, que al cotejarse con la realidad puede resultar corrupción en otras áreas; inspecciones de Jardines de Niños, de secundarias, de primarias o en direcciones y subdirecciones de centros escolares.

En todo lo anterior radica la deducción que en este régimen de la 4 Transformación aún prevalece la corrupción y que el actual titular de la AEFCM Luis Humberto Fernández Fuentes: o ya es parte o ignora lo que sucede en esta dependencia educativa de la Ciudad de México; por lo que se hace necesario que se pida la intervención de Presidencia de la República, a la Función Pública o a Inteligencia Financiera, para que revisen estas inconsistencias y se proceda conforme a la ley, aunque se hace difícil que no tengan conocimiento.

EDUCATIVAS, mientras tanto la jefa de gobierno de la Ciudad de México continúa en plena campaña presidencial en las escuelas de educación básica con la dotación de becas del bienestar, y con el aval abiertamente de Delfina Gómez, pues la educación de la capital aún depende de la Federación pues los servicios educativos no han sido pasados a esta entidad, pero bueno tampoco es del desconocimiento del Primer Mandatario, pues él la pasea por todo el país con un mensaje tácito de que ella es su candidata.

LA UNAM, AMLO se ha lanzado con todo al criticar a la Universidad Nacional Autónoma de México, pero fue precisamente en este gobierno cuando se nombró al actual Rector, Enrique Graue, y no emitió ningún juicio contra su reelección; ciertamente en esa institución prevalecen cacicazgos o mafias que mantienen un control absoluto, pero lejos de sus críticas: qué hace el Presidente para desterrarlas, no se ve que haga mucho; incluso en la SEP sigue siendo lo mismo con los mismos, la corrupción en apogeo sin hacer nada aun cuando es de su competencia.

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