Ciudad de México.- De acuerdo con las Estimaciones de la Medición de la Pobreza 2022, elaboradas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), entre 2018 y 2022 el porcentaje de la población en situación de pobreza multidimensional pasó de 41.9 por ciento a 36.6 por ciento.
“Es un dato relevante que la pobreza disminuyó, medida por el método del ingreso. Es una reducción importante, que no se debe solamente a las transferencias monetarias; hay también un aumento en los ingresos procedentes del trabajo que explicarían esta disminución de la pobreza, y quizá un efecto de la política de aumento al salario mínimo, uno de los grandes aciertos de este gobierno”, opinó el secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.
Aunque la cifra se redujo en aproximadamente cinco millones de mexicanos, significa que, en 2022, 36 de cada 100 personas presentaban privación en al menos uno de sus derechos sociales, informó José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del CONEVAL.
Al comentar la presentación de las Estimaciones de Medición de la Pobreza 2022 que el titular del CONEVAL compartió en el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la Universidad Nacional, Lomelí Vanegas destacó dos focos rojos: crecimiento del rezago educativo y aumento de las carencias en servicios de salud.
Sobre el primero, Cruz Marcelo comentó previamente que la población de 3 a 21 años que no asistió a la escuela y tampoco cuenta con educación obligatoria, en ese año fue de 15.9 por ciento, mientras que la población de 22 años o más nacida a partir de 1998 sin educación media superior completa, 36.7 por ciento.
En este contexto, Lomelí Vanegas dijo que el rezago educativo en los primeros niveles se está ampliando, y afecta más a las mujeres, lo que tendrá consecuencias en las próximas generaciones.
Cruz Marcelo resaltó que el porcentaje de personas con carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 16.2 a 39.2 por ciento entre 2018 y 2022, lo cual representa un cambio de 20.1 a 50.4 millones de personas en esa situación, respectivamente.
En cuanto al incremento de las carencias en servicios de salud, el secretario general de la UNAM opinó que es más alta y representa un desafío ante la gran informalidad económica que prevalece en el país.
La pobreza multidimensional en México se mide considerando ingreso, rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda, acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, grado de adhesión social y grado de accesibilidad a carreteras pavimentadas, puntualizó el secretario ejecutivo del CONEVAL.
Al respecto, el director de la Facultad de Economía, Eduardo Vega López, también comentarista del informe, externó que en el país persisten problemas estructurales como la pobreza extrema y para abatirla se requiere más que subsidios a las personas; hay muchas con al menos tres carencias de los principales indicadores.
Celebró que en la actualidad los economistas y estudiantes cuenten con datos rigurosos y estadísticamente confiables sobre la pobreza, pues es imprescindible como ingrediente para la toma de decisiones públicas y una forma clara para mejorar los resultados a nivel país.
Al hacer uso de la palabra, el coordinador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo, Enrique Provencio Durazo, consideró que falta una deliberación pública sobre los resultados del CONEVAL para incidir en las políticas públicas.
“Debe ser un debate constante y permanente para reducir la pobreza y otros rezagos sociales, que se genere académica y económicamente”, enfatizó.
El evento estuvo moderado por Verónica Villarespe Reyes, investigadora del IIEc, y contó con la asistencia del director de esa entidad, Armando Sánchez Vargas.