Por Angélica Rangel  

La Escuela Nacional de Antropología e Historia, ubicada en Tlalpan, Ciudad de México, ha sido alma mater de figuras notables para la escena nacional. Egresados de la talla de Eduardo Matos Moctezuma, Eusebio Dávalos Hurtado, Beatriz Barba Ahuatzin o Leonardo López Luján han enaltecido el nombre de la ENAH de forma magistral.  

Pero, la ENAH ha dejado de ser lo que era en esos años dorados, hoy es únicamente las “ruinas” de eso.  

Fue el pasado 15 de marzo de 2021 en el que alumnos y parte de la plantilla docente de la ENAH, tomaron el Museo de Antropología, recinto ubicado en la Primera Sección del Bosque de Chapultepec, en la capital del país, todo esto para pronunciarse en contra de la cancelación de alrededor de 100 asignaturas dentro de la institución.  

En entrevista con Primero Editores, miembros pertenecientes al colectivo “Las hijas de Coyolxauhqui” y la doctora Anel Hernández Sotelo, egresada de la ENAH de la licenciatura en Historia, con posgrados en la Universidad Carlos III de Madrid de Madrid y El Colegio de Michoacán y miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde el año 2013, a quien se le ha negado su recontratación en condiciones absolutamente irregulares, externaron las problemáticas que, desde hace más de 10 años, esta importante institución ha tenido que atravesar sin tener respuesta alguna por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la misma Secretaría de Cultura.  

La empatía moviliza  

 “La idea no salió de nosotras, más bien nosotras nos adherimos a las acciones de la asamblea general, la verdad es que al principio no pensamos en participar, porque a pesar de que nuestra colectiva salió de la ENAH, o más bien, aunque somos de la ENAH, NO vamos siempre a las acciones de la AG, porque somos un poco aparte. Pero creo que esta vez era muy justificado que fuéramos, porque nuestra colectiva se dedica a la visibilización de las antropólogas e historiadoras. Pensamos que era justo ir a participar, porque son nuestras profesoras las que también están ahí, son algunas investigadoras amigas nuestras y creo que nos competía mucho el estar acompañando a profesoras y profesores y compañeros. La empatía nos hizo pegarnos con la movilización”, comentó una integrante de la colectiva “Las hijas de Coyolxauhqui.  

Las exigencias son de años atrás  

“En el 2018 pasó el paro de la escuela, duramos casi un mes o más de dos meses en paro. Diego Prieto, director del INAH, firmó junto con Julieta Valle un escrito en el que se iban a atender las demandas de la comunidad, pero eso en realidad no ha pasado”.  

Las cosas no han ido mejor desde la llegada de Hilario Topete Lara a la dirección de la ENAH, ya que, de acuerdo a los testimonios, es el momento en donde se empieza a ver con mayor claridad “esta idea de desmantelar lo que es la ENAH”, ya que el semestre pasado fueron 37 materias optativas y algunas más obligatorias que fueron canceladas, argumentando que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público les indicó que la institución se había pasado del límite de horas impuestas.  

Con la reciente problemática, las autoridades de la ENAH argumentan que la cancelación de alrededor de 100 asignaturas del mapa curricular fue un error de sistema, encontrando el “desperfecto” en únicamente 35 materias optativas, mencionando que se hablaría con Hacienda para solucionar el problema.  

Básicamente y en palabras de una de las entrevistadas: “la ENAH viene viviendo con lo poco que les dan, y también porque muchos profesores han apoyado, porque si no los alumnos estaríamos sin profesores”.  

Asimismo, se menciona que las autoridades de la Secretaría de Cultura, en especial Alejandra Frausto en el año 2019, hizo caso omiso a las peticiones del estudiantado.  

Los profesores invisibilizados  

Regularmente, cuando hablamos de la situación dentro de una Universidad en paro las miradas se centran en la plantilla estudiantil, pero nos olvidamos de los profesores casi por completo, se invisibiliza al docente que está en pie de lucha.  

La docente Anel Hernández Sotelo planteó como es que la situación que se está viviendo en la ENAH los afecta, mencionando lo que en las universidades es una verdad a voces: Los profesores incómodos al sistema, “porque justamente no estamos de acuerdo en la forma en que se está ejerciendo cierto tipo de poder (…) hay cierto tipo de poder de manipulación ideológica en donde hay muchos filtros por el cual, incluso cuando ya tienes una plaza, existen mecanismos para sacarte de las Universidades y que sigan existiendo cotos de poder blindados en donde hay profesores que siempre van a salir beneficiados de esto”.  

Lo que ocurrió en este semestre dentro de la ENAH, para los “profesores de asignatura”-docentes que prácticamente no tienen estabilidad laboral y en donde los contratos de manejan de forma semestral- la profesora hablando desde su vivencia, la materia que imparte cada semestre, cambia de forma continua. Básicamente, son los estudiantes dentro de la licenciatura de Historia los que solicitan que tipo de materias creen que necesitan dentro de su mapa curricular. Mientras esto ocurre, los maestros de asignatura son los que se quedan esperando si son necesitados.  

La doctora Anel Hernández comentó que durante un año y medio únicamente ha impartido una materia al semestre, que en términos económicos se traduciría en alrededor de $800.00 pesos al mes, evidenciando la precariedad laboral en la que muchos maestros están sometidos dentro de la institución federal.  

A pesar de tener altos grados académicos y estar casi 10 años en el Sistema Nacional de Investigadores, la doctora Hernández, menciona que el SNI solamente beneficia económicamente a los investigadores que tienen una plaza académica de Tiempo Completo.

“Las instituciones públicas son de nosotros, nosotros pagamos para que existan, y esta gente se comporta como si fueran de ellos”.  

La profesora contextualizó lo que se vivió hace unas semanas para los estudiantes de la ENAH dentro del proceso de reinscripción al nuevo semestre.  

“Casi todas las instituciones burocráticas funcionan de ‘a bomberazo’ (hoy te dicen necesitamos ‘equis cosa’ y entonces dentro de dos días tiene que estar hecho), a nosotros a finales de noviembre nos avisaron ‘estas son las materias que requieren los estudiantes’, y prácticamente de viernes a lunes nos dijeron que había que hacer programas”.   

“Tuve que hacer un programa bastante especializado sobre religiones indo-europeas, lo entregué un poco después, porque el tiempo no me daba y el 8 de diciembre entregué el programa entero, prácticamente sesión tras sesión, qué íbamos a hacer, cómo se iba a evaluar, etc., y desde el 8 de diciembre en la Jefatura de Historia tenían mi programa”.  

Este proceso se entiende de esta manera: “las personas de asignatura damos ese programa, la Academia ve los programas y decide si tienen calidad y si sí se pueden dar y entonces, ellos le ponen un código a esa asignatura para que después los alumnos en la semana de inscripción puedan ver cuáles son las [materias] optativas y así poder armar sus planes de estudio según sus horarios, etc.”  

La profesora relató que, en la semana de inscripciones, los “profesores de asignatura” recibieron un correo proveniente de la Jefatura, anexando una captura de pantalla en donde se les comunicaba que las asignaturas optativas en Historia no se iban a abrir y que los estudiantes solo iban a poder inscribirse a las materias obligatorias porque las optativas las estaban analizando, esto último sin detallar quién o qué instancia era la encargada de dicho trabajo. Asimismo, comentó que “las materias optativas iban a poder comenzar a la siguiente semana”.  

A la siguiente semana, recibe un correo “genérico” en donde se explica que los “profesores de asignatura” no serán contratados porque “se precisan maestros y doctores y segundo lugar porque resulta que el banco de horas, básicamente fueron ocupados por posgrados y ya no hay horas para nosotros”, comentó la profesora. Ante esta situación, la doctora Anel Hernández decidió mandar un correo electrónico a Carlos Dávila, Titular de la División de Licenciaturas, en donde hacía mención que los motivos señalados en el correo no aplicaban para ella (ya que cuenta con varios grados académicos y un nombramiento como miembro del SNI). Ante esta problemática, la profesora decidió evidenciar la situación en varios grupos ligados a la ENAH para que los estudiantes vieran cuáles eran los argumentos que estaban dando conforme a la situación. Tiempo después de las publicaciones realizadas por la doctora, varios profesores expusieron su caso conforme a sus asignaturas y todas de ellas, eran parecidas.  

Por otro lado, los alumnos externaron que, dentro de la plataforma de inscripción, las materias aparecían con cupo lleno desde el principio de dicha semana.  

Algo importante a tomar en cuenta es que, la cancelación de las asignaturas no se dio por parte de las llamadas “Academias”, ya que ellos son las que tienen la capacidad académica para decidir si las materias tienen o no los elementos para ser impartidas.  

En palabras de la profesora: “las cancelaciones se están haciendo desde instancias que, pues vamos a decir, son instancias administrativas, no son instancias académicas”.  

Diego Prieto se presentó ante el Consejo Técnico, hace unas semanas, para dialogar con la comunidad de la ENAH, sin embargo, el gesto de “diálogo” no existió.  

“Yo lo que vi fue que, desde el INAH ante todo el borlote se tomó la decisión de decir ‘bueno, pues vamos a abrir 34 o 35 materias, pero además de esas 100 y pico que se cancelaron vamos a abrir 34 y si el presupuesto nos da y si tienen el número de alumnos inscritos las abrimos’”.  

Lo que profesores y alumnos se preguntaron ante esta situación fue el cómo las autoridades encargadas calcularon la cantidad de materias que debían de ser abiertas y las otras restantes permanecer cerradas y, sin embargo, el director y consejo técnico acataron las órdenes dadas por Prieto, dejando una estela de cero transparencia en el proceso y la cuál ha sido detonante para que maestros y alumnos levanten la voz.  

En esa misma reunión, se mencionó que “el banco de horas es de la licenciatura, pero la licenciatura cubre con esas horas las del posgrado, es decir de los posgrados que hay, estos demandan horas y entonces esas horas se las quitan a licenciatura”.  

Dentro de la mirada de la docente, esto se traduce cómo que lo que están haciendo es poner contento al CONACYT para que los posgrados sigan en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC)”, básicamente dejando a las licenciaturas a la deriva.  

Por otro lado, se pide un incremento salarial para los profesores dentro de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.  

“Nadie merece que le paguen 800 pesos al mes. Nadie”, mencionó la profesora sobre esta situación.  

Asimismo, se pide la descongelación de los llamados “Concursos de Oposición”- situación por la que pasan muchas universidades públicas en el país- “Se muere alguien que tiene plaza de Tiempo Completo y se muere con su plaza, porque las instancias gubernamentales no quieren desahogar el dinero para las plazas, lo quieren para ellos y para sus casas”, puntualizó.

“Todo este destrozo que ha habido desde el 2006 para acá, ha ocasionado que la calidad crítica de los estudiantes baje un montón”, comentó desilusionada la profesora.  

La corrupción impera en la ENAH desde hace 10 años, situación que no se ha abordado como debería. Un ejemplo de esto, es que hace 10 años se inició la construcción de una torre de investigación que no está terminada y que ha servido como “una licuadora de dinero”porque no ha sido concluida dicha obra. Alumnos y docentes desconocen lo que pasa ahí, nadie conoce esto.  

 Entre estudiantes y profesores han pedido durante mucho tiempo una auditoría a la ENAH y al INAH. Un actor importante dentro de esta problemática es Diego Prieto, director del INAH, quien es señalado por la comunidad de la ENAH como una persona que no ha realizado el trabajo que le corresponde.  

“Él está tapando todo el basurero que han dejado todos los gobiernos anteriores, y la actual administración de la ENAH lo único que hace es decir que ‘sí, que esa es la propuesta, que vamos a tomar las sugerencias y que vamos a trabajar con eso’”, fue la percepción de la docente hacia la situación.  

La profesora comentó una anécdota que vivió en el año 2019 cuando llegó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia como profesora de asignatura y en donde se llevó a cabo un Concurso de Oposición para los posgrados en donde ella se presentó. La docente presenció prácticas “corrosivas” por parte del INAH, prueba de ello es “de que un día para el otro alguien puede cambiar la fecha del deadline sin que pase nada”. Ella al momento de presentar sus papeles el último día, no fueron recibidos ya que la fecha de corte fue cambiada. A pesar de que ella llevó el proceso de forma correcta, no tuvo respuesta alguna positiva, todo lo contrario, el Secretario Académico de la gestión de Julieta Valle, la amenazó con “echarle a los vigilantes”, cosa que sucedió.  

Ante esto, la docente grabó el atropello del que fue víctima para llevar la evidencia con el Abogado General del INAH e impuso una queja ante Andrés Manuel López Obrador en las oficinas adjuntas a Palacio Nacional donde se reciben quejas ciudadanas y en donde lo único que sucedió fue “darle vueltas al asunto”.  

“Si el INAH puede operar así no siendo una institución con autonomía, significa que el Gobierno Federal permite todo esto”, mencionó la doctora.  

Comentando un poco más de lo que fue la toma del Museo de Antropología, la profesora Anel Hernández fue la docente que recibió el puñetazo en la cara por parte de personas externas el movimiento.  

Dentro de este suceso, la Secretaría de Cultura y el Instituto de Antropología e Historia se deslindaron de los atropellos cometidos en contra de la comunidad de la ENAH hace una semana.  

“Hay que verlo en un panorama muy grande”, mencionó la profesora sobre los sucesos ocurridos a las afueras del Museo de Antropología e Historia.   

Básicamente, lo que ellos quieren es quitar la transdisciplinariedad que ha caracterizado a la ENAH durante mucho tiempo.  

“Lo que están haciendo es criminal, porque prácticamente están blindando los saberes, el conocimiento y blindando la academia a los jóvenes profesores y perpetuar un sistema autoritario”, comentó.  

Además de la demanda de descongelación de plazas, que deben ser abiertas a concursos públicos de oposición, es que se llame a concurso de profesores de asignatura para los profesores de la ENAH, aunque realmente, y como señaló la profesora esto no solo ocurre en la ENAH, el ejemplo de esto se da en la UNAM, en donde los profesores de la Facultad de Ciencias se están movilizando, ya que los profesores de asignatura de dicha institución llevan 6 meses sin recibir paga, y donde únicamente se les ha dado un cheque de $2.00 pesos.  

El caso del Tren Maya es un punto que se toma dentro de esta problemática, ya que con todo este manejo y una falsa “cuarta transformación”, “(…) el INAH no exigió ni se exige que antes de empezar esa faramalla del Tren Maya hubiera proyectos de salvamento arqueológico y hubiera, por ejemplo, un proyecto de etnografíar la zona para ver que pueblos estaban ahí, las comunidades, etc., porque todo eso es lo que nosotros hacemos (la comunidad de la ENAH)”, sentenció la profesora Hernández.  

El sentir estudiantil  

Aunado a esto, se suman los casos de violencia de género que alumnas han sufrido dentro del plantel, exponiendo que la defensoría no ha servido de mucho conforme a esta situación.  

“Hemos sido agredidas por un profesor, nos insultaba, nos hacía menos en clase y lo llevamos a defensoría y a pesar de que son tres denuncias, solamente le iban a dar talleres de perspectiva de género”, mencionó un miembro de la colectiva “Las hijas de Coyolxauhqui”. Y así como este caso, mencionaron que existen varios profesores que las han violentado, enfatizando que la ENAH no hace nada al respecto.  

Retomando de nueva cuenta el incidente a las afueras del MNA, la colectiva menciona que “un extranjero llegó, queriéndose pasar por donde yo estaba, pues no lo dejé y en eso él fue con otras compañeras, igual a hacer más grande el tema, pero es aquí donde justamente vemos otra cosa. El tipo se atrevió a agredirnos y también creyó que podía pasar por donde yo estaba porque soy mujer, ¿no? Porque yo creo que si hubiera sido un compañero hombre no se hubiera atrevido”.  

“Las mujeres somos agredidas, no solamente en el espacio académico, sino también en el espacio en donde nosotras nos desarrollamos”.  

Las estudiantes comentaron que no es la primera vez que sucede un hecho así, ya que en 2018 pasó lo mismo con una toma, en la que un señor que aseguraba que venía de muy lejos increpó a compañeras diciéndoles que “le pagaran el boleto de avión”, sin embargo, las personas que estaban ahí únicamente notaron que lo que ese sujeto quería hacer era insultarlas y “hacerlas menos” solo por el hecho de ser mujer.  

De misma forma, señalaron que las instalaciones de la ENAH están en completo abandono.  

“(…) la escuela está en pésimas condiciones, solamente le dieron una pintada por fuera, pero la verdad es que entras a la escuela y está muy mal, no importa que la hayan pintado por fuera; desde las butacas de los auditorios, desde que no hay equipos suficientes, hay equipo obsoleto, no hay un doctor como tal, los camiones para viajes de campo son inexistentes prácticamente porque están arrumbados, no sirven para nada”.  

“La escuela que en algún momento fue esa ENAH esplendorosa, que en algún momento formó a esos grandes antropólogos, antropólogas, historiadoras que hicieron del Museo de Antropología el museo más importante de México y que se encuentra en ese total abandono es algo sumamente preocupante”, comentó.  

Las demandas de los estudiantes se centran en un mayor reconocimiento por parte de la sociedad para la institución que se encuentra inmersa en diversas problemáticas, ya que sin estudiantes y maestros no existirían los Museos y Zonas Arqueológicas que visitan. Asimismo, buscan que el INAH brinde mayor respaldo a la comunidad (tanto estudiantil como docente) en cuanto a las problemáticas que llevan padeciendo durante años.  

“El INAH nunca va a estar con la ENAH, el INAH es el gobierno. Esto hay que entenderlo de una vez”, mencionó la profesora conforme a la nula visión que se le da a la Escuela Nacional de Antropología e Historia.  

“Hay que empezar a entender todas las problemáticas de todas las instituciones en una sola”, puntualizó la doctora Hernández.  

Finalmente, las estudiantes pertenecientes a “Las hijas de Coyolxauhqui” mostraron su apoyo con la comunidad de la ENAH, ya que les pareció justo y empático ir por los profesores y profesoras que están dentro de esta problemática.  

“Los problemas se van a acabar titulándote” han sido palabras que les han dicho muchas veces a cientos de estudiantes, no solo en la ENAH, sino que en varias universidades pública de México. Pero, y citando a una estudiante miembro de la colectiva “¿Cómo te vas a titular sin materias?”.  

Durante el lunes 15 de marzo de 2021, la Asamblea General de la ENAH a través de un comunicado emitido por redes sociales en donde, además de lo mencionado por la profesora y las estudiantes, se exige la renuncia de Diego Prieto debido al incumplimiento de los acuerdos generados en el 2018.  

https://www.facebook.com/AsambleaGeneralENAH/posts/3922504324500749

Los días han ido transcurriendo desde los hechos del 15 de marzo en el Museo de Antropología y apenas el pasado 18 de marzo de 2021, varios profesores de asignatura cuyas materias fueron canceladas, recibieron un correo electrónico en el que el Titular de la División de Licenciaturas de la ENAH, Carlos Arturo Dávila Hernández, solicitó un número telefónico a varios profesores de dicho sector para poder “entrar en contacto con un servidor conforme su tiempo lo permita”.Esto con el único fin de que se abra un “nuevo proceso” para abrir las materias canceladas.  

De acuerdo con la visión de los afectados, esto es lo que plantea el llamado nuevo proceso que las autoridades de la ENAH planean poner en marcha:  

  1. Los profesores(as) aceptan un curso de 11 sesiones y no de 14, como estaba programado para este semestre corto. Las horas perdidas se suplirán con otros recursos (simposios, películas o cualquier otra práctica pedagógica).  
  2. Cada profesor o profesora “colaborará” con la administración en este “nuevo proceso” contactando a los estudiantes que, durante la semana de inscripciones regulares, habían solicitado el ingreso a las asignaturas que arbitrariamente fueron canceladas.  

Ante este correo, profesores y alumnos pertenecientes a la Escuela Nacional de Antropología e Historia, lanzaron un comunicado el día 19 de marzo de 2021 en el que exigen que exista TRANSPARENCIA en lo que las autoridades han llamado su “nuevo proceso de inscripciones de materias que fueron canceladas durante el periodo oficial”. Les recuerdan a dichas autoridades que, desde el semestre pasado, este tipo de problemas tienen su origen dentro de la administración y gobernabilidad de la ENAH.  

“Sin embargo, el plan cosmético que individualmente nos han propuesto evidencia que somos los profesores quienes hemos de reorganizar nuestros propios programas de estudios y buscar a nuestros estudiantes para reparar lo que la administración descompone (…)”, se lee en el comunicado emitido.  

Asimismo, la comunidad de la Escuela Nacional de Antropología e Historia exige al director Hilario Topete Lara que realice un anuncio público y de manera oficial sobre:  

  • La convocatoria oficial de reinscripción de materias canceladas, con fechas y formas en que se llevará a cabo.  
  • La lista oficial de las asignaturas que serán ofertadas y el proceso por el que fueron seleccionadas.  
  • Que sea la División de Licenciaturas y las Jefaturas de Carrera quienes realicen el trabajo administrativo de encontrar a los estudiantes interesados en cada asignatura reabierta, pues los profesores carecen de dicha información y, además, ese trabajo administrativo, sí les es remunerado a ellos por medio del llamado “Banco de Horas”.  

Ante el punto de que los profesores tengan que buscar a los estudiantes, la comunidad hace hincapié en que esto solo refleja la urgente necesidad de que la directiva encabezada por Topete Lara tiene que legitimar estos llamados “parches” que desde el semestre anterior van colocando, en lugar de afrontar la situación de desmantelamiento que vive la ENAH.  

https://www.facebook.com/100041893286151/posts/369387597801013/?d=n

Han sido días de lucha y parecen no cesar para la comunidad de la ENAH, pero las voces no se van a silenciar tan fácil…  

“Hasta que la dignidad se haga costumbre”  

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