Ciudad de México.- Al igual que los seres humanos, los perros pueden presentar tendencias de comportamiento optimista o pesimista, lo cual influye directamente en su desempeño, sobre todo en labores especializadas como la detección médica, reveló la etóloga mexicana Sharyn Bistre Dabbah, egresada de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.

Los hallazgos provienen de una investigación realizada en colaboración con la organización británica Medical Detection Dogs y la Universidad de Bristol, como parte de los estudios de doctorado de Bistre Dabbah. El trabajo fue publicado en la revista científica PLOS One bajo el título “An exploratory study of associations between judgement bias, demographic and behavioural characteristics, and detection task performance in medical detection dogs”.

“Los perros optimistas tienden a tomar decisiones más riesgosas y se adaptan mejor a los cambios, mientras que los pesimistas suelen ser más cautelosos, lo cual también tiene implicaciones importantes en su rendimiento laboral”, explicó la científica en entrevista.

Perros que salvan vidas

Los perros de detección médica son entrenados para identificar olores específicos asociados a enfermedades mediante compuestos orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en inglés), una especie de “huella química” que detectan con gran precisión.

En total, participaron 58 ejemplares: 39 en entrenamiento y 19 ya asignados a proyectos médicos. La investigación evaluó su comportamiento a través de una prueba de sesgo cognitivo, utilizada para inferir el estado emocional de los animales.

El método consistió en asociar una zona de una habitación con la presencia de comida y otra con un plato vacío. Al presentar ubicaciones intermedias sin certeza de recompensa, se midieron las reacciones de los canes. Aquellos que acudían con entusiasmo a explorar fueron clasificados como “optimistas”, mientras que los que mostraban cautela o evitaban el sitio se consideraron “pesimistas”.

Cautela no es debilidad

Los resultados también revelaron que los perros con tendencias pesimistas fueron más precisos al evitar emitir falsas alertas cuando no había presencia del olor objetivo, lo que indica un estilo de trabajo más cuidadoso, aunque menos proactivo.

“Este comportamiento no debe interpretarse como algo negativo, simplemente refleja una estrategia diferente ante la toma de decisiones”, señaló la especialista.

Implicaciones para el entrenamiento en México

La también ganadora del Premio “Manuel Cabrera Valtierra” 2015 explicó que estos resultados podrían tener impacto en la forma en que entrenamos y convivimos con los animales de compañía.

“El uso de técnicas basadas en castigos puede fomentar comportamientos más pesimistas en los perros, ya que estos anticipan resultados negativos. Un entrenamiento con refuerzos positivos puede generar individuos más seguros y optimistas”, concluyó Bistre Dabbah.

El estudio no solo mejora la comprensión sobre el comportamiento canino, sino que abre nuevas rutas para optimizar el entrenamiento de perros dedicados a salvar vidas humanas.

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