Ciudad de México.- El secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, informó que no existe ninguna orden judicial que obligue a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a aplicar la prueba PISA 2025. Aclaró que el Gobierno de México confirmó su participación en la evaluación desde mayo de 2024.
Participación en PISA fue confirmada desde 2024
El titular de la SEP indicó que, el 7 de mayo de 2024, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que México formaría parte de la evaluación internacional. En ese momento, el mandatario declaró que “todo lo que tenga que ver con la educación se apoya” y aseguró la participación del país en la prueba PISA 2025.
Por ello, Delgado Carrillo calificó como falsas las versiones que aseguran que el Poder Judicial obligó a México a aplicar la prueba como resultado de un amparo promovido por una asociación civil.
No hay mandato judicial vigente
La Unidad de Actualización Normativa, Legalidad y Regulación de la SEP informó que, el 4 de noviembre de 2024, se sobreseyó el juicio de amparo que buscaba obligar al Gobierno a realizar la prueba. Según la dependencia, no existían bases jurídicas sólidas para respaldar la supuesta negativa de aplicación de la evaluación.
Aplicación de prueba piloto y preparativos para PISA 2025
Mario Delgado recordó que, bajo la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, en octubre de 2024 se llevó a cabo la prueba piloto en Hidalgo, Estado de México y Tlaxcala. En ella participaron 2 mil 273 estudiantes.
Actualmente, la SEP está en fase de preparación para la aplicación principal de PISA, programada para abril y mayo de 2025. Según datos oficiales, la evaluación se llevará a cabo en 321 escuelas del país y contará con la participación de aproximadamente 7 mil estudiantes. El Centro Nacional de Evaluación (Ceneval) será el organismo encargado de la aplicación.
Enfoque de la Nueva Escuela Mexicana frente a PISA
El titular de la SEP señaló que la Nueva Escuela Mexicana (NEM) prioriza evaluaciones diagnósticas para medir aprendizajes y orientar la política educativa. Destacó que este enfoque permite un seguimiento individualizado de los estudiantes, en contraste con pruebas estandarizadas como PISA, que presentan limitaciones en la medición del desempeño del sistema educativo.