Primero Editores | Brendoli Durante
La iniciativa Acción Ciudadana Frente a la Pobreza dio a conocer mediante el comunicado “En pleno Siglo XXI, la precariedad laboral sigue de moda en México”.
En el documento se hace referencia al reporte más reciente del Observatorio de Trabajo Digno, el cual muestra niveles inaceptables de precariedad laboral para los trabajadores asalariados en todas las ramas económicas, incluyendo las más productivas y formalizadas como la manufactura y los servicios.
En el reporte se menciona que el 86% de quienes trabajan por un salario, carecen de una representación fiscal que defienda sus derechos constitucionales; así como que 6 de cada 10 reciben un ingreso salarial que resulta insuficiente para sostener a su familia; también que 4 de cada 10 carecen de seguridad social; y que el 52% trabajan sin un contrato laboral estable. Todo esto violando los derechos laborales establecidos en la Constitución.
Se menciona la “Fórmula México sin Pobreza”, la cual consta en dos componentes indispensables:
- El trabajo digno, dónde exista la remuneración suficiente y con pleno ejercicio de los derechos laborales.
- Acceso universal a la salud, a los cuidados y en general a la protección social, conforme a las normas y estándares de derechos humanos vigentes en nuestro país.
Dentro del reporte se hace énfasis en que las micro y pequeñas empresas tienen condiciones de trabajo más precarias que las medianas y grandes empresas; ya que no tienen la capacidad económica estable para asumir el costo de la seguridad social, al menos no completa y permanentemente.
El modelo actual de seguridad social está condicionado al llamado empleo “formal”, por lo que deja a un lado a la gran mayoría de la población, quienes:
- No tienen trabajo.
- Trabajan por su cuenta o sin remuneración salarial.
- No se le cumple la afiliación al seguro social.
Se señala que una de las principales causas de la pobreza son la combinación de precariedad, bajos salarios y exclusión, por lo cual se propone una reforma que consiste en construir un sistema de salud, cuidados y protección social del ingreso de subsistencia de carácter universal.
Este sistema solo se podrá construir de una manera progresiva hasta que se pueda cubrir a todas las personas, y para ser universal no deberá estar condicionado a la condición de trabajo.
