Primero Editores/ Estefanía Antonio
Después de que se supiera que el ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, tiene vínculos comerciales con el narcotráfico, se le vinculó con la fuga del capo Joaquín “Chapo” Guzmán del penal de El Altiplano en julio de 2015.
Es a el exjefe de la División de inteligencia de la Policía Federal, Ramón Eduardo Pequeño García, quien es vinculado con García Luna por ser uno de sus colaboradores de mayor confianza durante el sexenio de Felipe Calderón.
Pequeño García era el encargado del combate a los cárteles, así como a la producción, tenencia y tráfico de estupefacientes.
Posteriormente, como jefe de la División de Inteligencia durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, se encargó del monitoreo de la celda de El Chapo en el penal de máxima seguridad El Altiplano, por lo que tras la fuga del ex líder del cártel de Sinaloa fue reubicado en la corporación y luego cesado.
Asimismo, cuando García Luna era secretario de Seguridad Pública, Ramón Eduardo fue nombrado jefe de la División Antidrogas, por lo que era el encargado de combatir al cártel de Sinaloa y seguirle los pasos a El Chapo Guzmán.
